Melania Trump, la modelo que posó desnuda antes de ser primera dama
La esposa del magnate será una primera dama indudablemente atípica. Es la segunda nacida fuera de EE.UU. y una de las pocas exmodelos.
Por Agencia EFE
20 de enero de 2017
De 46 años e imponente belleza, Melania es la antítesis de su marido -el nuevo presidente de Estados Unidos- en cuanto a personalidad se refiere: es discreta, siempre mantiene un tono sosegado y evita a toda costa verse involucrada en polémicas.
En la incendiaria campaña de Donald Trump, con quien se casó hace once años, se ha mantenido lo más alejada posible de los focos, cediéndole el protagonismo a Ivanka, hija del primer matrimonio del multimillonario y una de sus principales asesoras. Solo ha dado un discurso, en la última semana de campaña, para pedir el voto de las mujeres en el estado decisivo de Pensilvania. (¿Quiénes son los Trump?)
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“Nuestra cultura se ha hecho demasiado mezquina y demasiado dura, sobre todo para los niños y los adolescentes”, dijo. “Nunca está bien que un chico o una chica de 12 años sufra ataques, burlas o abusos. Es terrible cuando ocurre en el parque y es inaceptable cuando el agresor es alguien anónimo que se esconde en Internet”.
Midiendo al máximo sus palabras, todo lo contrario a lo que acostumbra a hacer su marido, Melania se ha presentado en las escasas entrevistas que ha concedido, como una mujer devota de su familia y que mantendría un papel muy tradicional. Su "causa" -todas las primeras damas han tenido una-, serían "los más necesitados, sobre todo las mujeres y los niños", pero reservaría tiempo para dedicarse al único hijo del matrimonio, Barron, de diez años, y a apoyar a su esposo.
Melania Knauss, la inmigrante
Para muchos es una paradoja que Trump, un candidato que ha escandalizado fuera y dentro del país con su retórica xenófoba y ultranacionalista, pueda llevar a la Casa Blanca a la única primera dama nacida fuera de EE.UU., desde la esposa del expresidente John Quincy Adams (1825-1829), que era británica.
Melania Knauss creció en un modesto apartamento de un pueblo cercano a Sevnica (Eslovenia), que entonces formaba parte de la República Federativa Socialista de Yugoslavia (RFSY), disuelta en 1992 con la Guerra de los Balcanes.
Comenzó su carrera como modelo a los 16 años, trabajando en Milán y París, y fue portada de importantes publicaciones como Harper’s Bazaar, GQ, Vanity Fair Italia y hasta Vogue tras su boda con Donald Trump. En 1996 se mudó a Nueva York y finalmente en el 2006, obtuvo la nacionalidad estadounidense.
Ese es un momento de su vida que recordó, entre una gran ovación, en su discurso de la Convención Republicana de Cleveland. No se extendió sobre sus orígenes como inmigrante, pero sí recalcó los valores de esfuerzo y honestidad que le inculcaron sus padres.
“Vivir y trabajar en Estados Unidos fue una bendición real pero yo quería algo más: quería ser de este país. Por eso, después de un proceso difícil que incluyó muchos visados y una green card, en 2006 estudié para los exámenes y me convertí en ciudadana de EEUU. Es el privilegio más grande del mundo. Yo soy una inmigrante y nadie aprecia las oportunidades y las libertades de EEUU más que yo”.
Cuando se le ha preguntado qué opina de los comentarios de su marido sobre los inmigrantes, ha subrayado la diferencia con quienes llegan a Estados Unidos de manera irregular: ella siguió "las reglas", respetó "la ley".
La esposa de un multimillonario
Melania es extremadamente cuidadosa a la hora de hablar sobre su vida matrimonial Dos años después de radicarse en los Estados Unidos, la modelo conoció a su esposo, 24 años mayor que ella, en una fiesta de la Semana de la Moda de Nueva York. Trump, quien acababa de separarse, le pidió su número de teléfono. Ella se lo negó. Al año siguiente ya eran pareja y en el 2005, en una ceremonia en Palm Beach, se casaron y tuvieron a su hijo Barron.
"Los dos somos muy independientes. Yo le dejo ser quién es y él me deja ser quien soy. No intento cambiarlo, es un adulto. Él conoce las consecuencias. Yo le doy mi opinión muchas, muchas veces", explicó en una entrevista con CNN.
El magnate por su parte, se deshace en halagos hacia su esposa, a la que describe como una "madre impresionante, una mujer increíble".
La polémica de una futura primera dama
Cuando un grupo afín al senador Ted Cruz usó en un anuncio de campaña, una fotografía de Melania posando desnuda en el año 2000 para la revista GQ, Trump arremetió contra su entonces rival de primarias y retuiteó un mensaje de un seguidor que comparaba una fotografía poco favorecedora de Heidi Cruz –esposa del senador-, con otra más agradecida de su esposa.
La polémica continuó en julio pasado cuando El New York Post reveló unas fotografías de Melania del año 1995, posando también desnuda para la desaparecida revista de hombres Max Magazine. Ante esto el magnate respondió:
"Melania era entonces una de las modelos más exitosas y hacía muchas sesiones de fotos, incluidas portadas para las grandes revistas. Esta fue una foto tomada para una revista europea antes de conocerla y en Europa fotografías como esas son muy comunes”.
Melania no sería la primera exmodelo en la Casa Blanca, porque Pat Nixon y Betty Ford también lo fueron, pero sí la primera en haber posado desnuda y la única tercera esposa de un presidente. Como a ella le gusta decir, nada es convencional cuando se trata de Donald Trump.
Fotos: Getty.