Mariana Pajón, entre lágrimas, se despidió de París y pidió perdón: “Es cruel”

Mariana Pajón, la reina indiscutible del BMX, escribió un nuevo capítulo en su legendaria carrera durante los Juegos Olímpicos de París 2024.

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La colombiana, quien ya había conquistado el oro en Londres 2012 y Río 2016, y la plata en Tokio 2020, se presentó en la capital francesa con la ambición de sumar una cuarta medalla a su palmarés olímpico y consolidar aún más su legado en este deporte extremo.

Olímpicos: ¿Qué le pasó a Mariana Pajón?

En París, Pajón demostró una vez más por qué es considerada una de las mejores deportistas de su generación. Su habilidad para dominar la pista, su velocidad y su agilidad fueron evidentes en cada una de las pistas.

La colombiana avanzó con solidez a las rondas finales, dejando atrás a rivales de gran calibre y generando una enorme expectativa en su país y en todo el mundo del BMX.

Sin embargo, este 2 de agosto, la suerte no estuvo de su lado en las semifinales. Un desafortunado incidente en una de las mangas la dejó fuera de la lucha por las medallas.

A pesar del duro golpe, Mariana demostró su grandeza al levantarse y enfrentar con entereza esta inesperada eliminación ocupando el puesto número 9.

En entrevista con Caracol Sports, la colombiana se excusó con los colombianos y sus seguidores, pues como siempre, esperaba poder pelear la medalla y darle una alegría más grande a todo el país.

“Por un momento pensé que la tenía, la verdad llegué en muy buena forma, aguanté y mi cuerpo aguantó hasta acá porque mi corazón todavía tenía fe y creía. La verdad lo di con el corazón, di lo mejor que pude”, empezó diciendo.

Después continuó: “A veces se nos da, otras veces no. La verdad, este deporte es así, de agresividad y si tu dudas un momentico a veces esto es lo que pasa. Estoy muy orgullosa de mí y quiero agradecerle a las personas que me empujaron para llegar hasta acá, de aguantar”.

Respondiendo a todo lo que ha tenido que pasar, y las tres cirugías en su codo, Mariana Pajón dijo: “La verdad no le deseo a nadie que el camino olímpico sea así de duro, esto es a veces cruel pero a mí me encanta y la verdad, mi cuerpo aguantó porque mi corazón todavía latía fuerte”.

Finalmente, destacó que a pesar del resultado y del camino fuerte que ha recorrido, su corazón sigue firme y amando este deporte: “Esta llama sigue encendida y poder ponerme estos colores [asiendo alusión a la bandera de Colombia] es demasiado hermoso y bueno seguiré haciéndolo así termine llorando todas las veces”.