'True Detective', la serie televisiva que se convirtió criminalmente adictiva
El cadáver de una mujer desnuda, atado de pies y manos en posición de rezo, y con unos cuernos de venado en su cabeza, es encontrado en medio de una plantación de caña de azúcar. Una escena impactante y cruda pero que, al mismo tiempo, es imposible dejar de ver. Hay cierta estética, cierta belleza camuflada en esta imagen que sirve de referente para lo que será la historia a lo largo de ocho capítulos: impredeciblemente adictiva.
Quienes no la han visto se preguntarán qué tan adictiva puede ser si se trata de otra de tantas series de policías que se tomaron las cadenas de televisión. (Solo en lo que va de este año se lanzaron Killer Women, por ABC; Chicago P.D., por NBC; y Murder in the first, por TNT). Según su director, Cary Fukunaga, «la diferencia radica en el planteamiento de los dos protagonistas, en la originalidad de sus voces».
Sigue a Cromos en WhatsAppSe trata de Rust Cohle (McConaughey) y Marty Hart (Harrelson), dos detectives encargados de encontrar al asesino de la mujer mencionada al principio. Su investigación los llevó a descubrir que dicha escena ya había tenido lugar años atrás, por lo que se enfrentaban a un asesino en serie, que se mueve en un mundo donde la brujería, el satanismo e, incluso, la política, le facilitan saciar su necesidad de matar. En medio de su afán por encontrarlo, queda en evidencia que la química entre Cohle y Hart es nula.
Ambos están sumidos en la desgracia por diferentes razones. Hart es padre de familia, cristiano, conservador; pero también es un esposo infiel que no puede controlar sus impulsos sexuales. Por su parte, Cohle es un solitario que no supera la muerte de su hija y quien, con su filosofía nihilista, demerita todo lo que ve a su alrededor. Se insultan, por momentos se odian, pero en el fondo se necesitan. No se puede decir que se complementan, sería un insulto. Lo justo es decir que no siguen los cánones del policía bueno y el policía malo. Ambos son las dos caras de la moneda, y es lo que hace que sean creíbles para el televidente, pues se mueven en un escenario donde todo es oscuro, brutal y volátil.
Aquí no hay espacio para las escenas con efectos digitales. Si espera persecuciones, tiroteos y explosiones al mejor estilo de las películas de acción de Hollywood, está en el lugar equivocado. True Detective fue rodada en formato de 35 milímetros. Se podría decir que es una película de ocho horas que explota el plano secuencia en la mayor parte de la historia, para obligar al televidente a no pestañear. Es una serie que necesita que quien la esté viendo tenga todos los sentidos alerta. La ambientación, la fotografía, los paisajes, incluso el tono de voz de los protagonistas, tiene la intención de darle credibilidad a esta historia que se sale de lo convencional.
Y aunque algunos podrían considerar arriesgado que se aleje del formato y del estereotipo de serie policial, True Detective es la prueba de que el televidente está listo para salirse de la zona de confort y dejarse llevar. El primer capítulo fue visto por un total de 2,3 millones de espectadores, nada mal si se tiene en cuenta que competía con la transmisión de la entrega de los Globo de Oro. Su audiencia supone una de las más positivas de los últimos años para HBO. De esta manera se une a Boardwalk Empire, que tuvo 3,2 millones de televidentes en el estreno de su primera temporada en 2010, y a Game of Thrones, la serie más vista en la historia de esta cadena de televisión, con 18 millones de espectadores por semana desde que fue estrenada en 2011.
«True Detective es la serie de televisión más exitosa de este año. El tono melancólico e inquietante en las voces de dos grandes actores se roba toda la atención», citó The Guardian tras la emisión del último capítulo. La lista de nominados a los Premios Emmy que se entregarán el 25 de agosto en Los Ángeles, California, podría ratificar esta apreciación. True Detective entró a competir con cinco nominaciones en cuatro categorías: Mejor actor de drama (Mathew McConaughey y Woody Harrelson), Mejor libreto drama, Mejor dirección drama, y Mejor serie dramática. Esta última es tal vez la más importante, pues se pelea el premio con Breaking Bad, que entró al libro Guinness como la serie mejor calificada de la historia (99 sobre 100) según el portal Metacritic.
De ganarle, sería otro jonrón para HBO. De no hacerlo, sería igual un premio para su director, su guionista y sus protagonistas pues en solo ocho capítulos hicieron de True Detective un nuevo vicio. Una adicción para aquel televidente que le gusta ser retado con propuestas e imágenes nuevas sin necesidad de retoques tecnológicos, que encuentra entretenimiento en medio del caos, que está dispuesto a creerle a dos protagonistas que viven al borde de la desgracia.
Foto: Cortesía HBO