La ceremonia de entrega de los Globos de Oro que se celebró ayer domingo en el hotel Beverly Hilton de Los Ángeles no solo tuvo su componente reivindicativo en el aplaudido discurso feminista de Oprah Winfrey o la decisión que tomaron la mayoría de las actrices de acudir al evento vistiendo rigurosamente de negro, símbolo de su hartazgo ante el sinfín de situaciones vejatorias y degradantes que siguen soportando las mujeres de la industria -y de fuera de ella- en pleno siglo XXI; sino también en la forma en que se repartieron algunos de los galardones más importantes de la noche.
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Al margen de la calidad narrativa, interpretativa y la relativa al lenguaje audiovisual, uno de los factores que por ejemplo contribuyeron anoche a la coronación de 'Big Little Lies' como la gran miniserie del año y, probablemente, de la recta final de esta década reside en su poderoso mensaje de denuncia y en la visibilización de una realidad tan incómoda como la que protagonizan todas aquellas mujeres sometidas, oprimidas y silenciadas.
Eso explica que la protagonista de esta aclamada producción de HBO, Nicole Kidman, aprovechara buena parte de su discurso para rendir homenaje a todas esas féminas invisibles y para ensalzar la labor de aquellos cineastas y guionistas que se esfuerzan por contar historias que les ayuden a salir del anonimato y sirvan para concienciar a la sociedad sobre los efectos de semejante problemática.
"El personaje al que doy vida representa algo que está ahora mismo en el centro del debate público: el abuso. Creo y de verdad espero que podamos acelerar el cambio a través de las historias que contamos y por la forma en que las contamos", explicaba la intérprete sobre el escenario tras recoger su estatuilla, para a continuación destacar la labor de aquellas mujeres que la precedieron, como su adorada madre Janelle.
"Mi madre fue una gran activista de los movimientos feministas cuando yo era pequeña, y es gracias a ella que esta noche estoy hoy aquí. Mis logros son sin duda los suyos", recordó ante los asistentes.
El éxito y la relevancia pública cosechados por 'Big Little Lies' no solo giran en torno a su temática y a la impecable actuación desplegada por Nicole Kidman, sino también al trabajo de un elenco estelar compuesto asimismo por Laura Dern -premiada en la categoría de mejor actriz de reparto-, Alexander Skarsgård -mejor actor secundario- y Reese Witherspoon, quien además ejerce como productora ejecutiva de la serie. Como no podía ser de otra manera, el actor sueco no desaprovechó la oportunidad de contribuir al mensaje feminista de la noche atribuyendo su propio triunfo al hecho de haber estado en todo momento rodeado de "mujeres de un talento extraordinario".
"Esta noche estoy aquí arriba porque he tenido el privilegio de trabajar con un grupo de mujeres de un talento extraordinario. Nicole, te quiero. Gracias por hacer que esta haya sido la experiencia más importante de toda mi carrera", le dirigía desde el escenario a su compañera de reparto, quien interpreta a su martirizada esposa en la serie.
Los reconocimientos recibidos por 'Big Little Lies' y también por la otra gran oda al feminismo presente actualmente en la pequeña pantalla, 'El cuento de la criada' -basada en la novela distópica de Margaret Atwood- simbolizan el espaldarazo definitivo de la meca del cine a la lucha que están liderando sus mujeres para erradicar los abusos de poder perpetrados en su seno, una batalla que afortunadamente ya se está materializando en movimientos concretos y de carácter práctico como el llamado 'Time's Up', que además de sensibilizar sobre tan lamentable problemática también ha creado un fondo para proporcionar asesoría legal a las víctimas.
Foto: Getty.