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6 señales que anuncian un embarazo antes de una prueba o de que no llegue el periodo

Cuando una pareja busca un bebé, la espera antes de conocer la noticia oficialmente es insoportable, por eso hemos reunido algunas pistas que se pueden tener en cuenta antes de ir a un laboratorio.

Por Natalia Roldán Rueda
24 de junio de 2020
Durante todo mi embarazo tuve antojos de dulce.
Fotografía por: Deagreez
Durante todo mi embarazo tuve antojos de dulce.

Durante todo mi embarazo tuve antojos de dulce.

Fotografía por: Deagreez

Para quedar embarazada, mi esposo y yo tuvimos que intentarlo seis meses. Seis largos meses. Después de varios cuadros de excel, de años de ahorro y de superar las dudas naturales de cualquier padre primerizo, estábamos más que decididos a tener un hijo. Y cuando uno toma esa decisión, nace una necesidad visceral de alzar a ese bebé entre los brazos. Uno sabe que tendrá que esperar nueve meses, pero la ilusión por ese ser humano inexistente se convierte en una dicha y una presión insospechada. Llevas toda tu vida sola, pero ahora no la concibes sin él. Ese deseo, entonces, te genera expectativas irreales. Te lleva a pensar que crear un bebé es como soplar y hacer botellas. Al fin y al cabo, decenas de amigos a tu alrededor se han reproducido como conejos. Pero gestar un niño no es siempre tan fácil.

El primer mes te empiezas a dar cuenta de que tus expectativas no son del todo acertadas. Bueno, esperarás un poco más. Después de esas extensas cuatro semanas adicionales, no obstante, de repente te encuentras con el periodo y sientes que una fuerza sobrenatural (impulsada por la frustración, la tristeza y la preocupación) te aprieta el estómago. ¿Tendrás algún problema? ¿Será posible que justamente tú, que has soñados con tener niños desde que eras una niña, no puedas tenerlos? Respiras profundo, rasguñas los resagos de paciencia que te quedan y dices: “Esperemos un mes más”.

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La comunidad médica recomienda intentar durante un año antes de buscar ayuda especializada. ¡Un año! ¡365 días! De a mes en mes. Y el asunto se vuelve aún más inmanejable cuando eres irregular y no sabes exactamente cuándo llegará la regla. Esto lleva a gastar un dineral en pruebas caseras que no solo te desilusionan, sino que te hacen desconfiar, así en el fondo sepas que son fiables y que efectivamente no estás embarazda.

Ver El embarazo: la aventura empieza en la segunda semana

Antes esta realidad, vale la pena ponerse en la tarea de empezar a oír el cuerpo para aprender a leer las señales que manda, no solo para identificar si llevamos un bebé en la panza, sino para darle al organismo lo que necesita, de tal forma que esté listo antes de traer un niño al mundo. Yo, por ejemplo, creo que el estrés que cargué ese año fue un obstáculo y solo hasta que salí a vacaciones, retomé el yoga y tuve tiempo para mí, logré quedar embarazada. Mi sensación no ha sido probada por la ciencia, pero lo que sí se ha demostrado es que muchas parejas con problemas para tener hijos logran concebir cuando cambian su estilo de vida y empiezan a hacer de deporte, a comer mejor, a pensar en su bienestar. La naturaleza es sabia.

Entonces, si estás intentando quedar embarazada y te gustaría dejar de gastar en pruebas caseras, tienes que prestar más atención a las señales que te manda tu cuerpo. Aquí te contamos de algunas que puedes chequear.

1. Antojos

Los cambios hormonales pueden producir antojos o aversiones al principio del embarazo, que pueden durar los nueve meses de gestación. Yo, desde el principio, sentí una atracción desmedida por el chocolate y se me hacía agua la boca si pensaba en un Bon Bon Bum. También he tenido amigas que no esperaban hijos y se dieron cuenta de que venían en camino cuando los huevos, que se comían felices todas las mañanas, les empezaron a dar asco.

2. Cambios en los pechos

Si al verte en el espejo los encuentras más voluminosos, si la areola ha cambiado de color o si están muy sensibles al tocarlos, es posible que ya el bebé esté en el útero y que tengas que pensar en cambiar de brasier.

3. Más pausas para ir al baño

Aunque el bebé aún no ocupe mucho espacio en tu cuerpo y todavía no juegue fútbol con tu vejiga, pocas semanas después de la concepción, tus riñones empezarán a trabajar horas extra para eliminar toxinas. Además, las hormonas también influirán en que sientas que debes ir al baño cada media hora. Desde ya, aprovecha estas pausas para oxiginarte, para detenerte, para alejarte del caos cotidiano. Pero si esos pasos por el inodoro llegan con una sensación de ardor, llama al médico, puedes tener una infección urinaria.

4. Fatiga

Todos, la mayoría del tiempo, vivimos cansados. Y siempre nos vendría bien una siesta. Pero si el agotamiento es tal que sientes una abrumadora sensación de sueño, quizás no se deba al exceso de trabajo, sino a que estás produciendo más progesterona de lo normal. Yo, al principio del embarazo, sentía ganas de dormir durante todo el día: apenas llegaba a la oficina, antes del almuerzo, después, en la tarde y ni hablar de mi estado al apoyar un segundo mi cabeza en la almohada en la noche.

Ver 6 síntomas curiosos del embarazo de los que nadie me contó

5. Náuseas

Aunque las náuseas matutinas aparecen seis semanas despues de la concepción, pueden sorprenderte unas tres semanas antes. Si este es tu caso, vale la pena que te tomes más pausas y descansos, ya que la fatiga se relaciona con más náuseas. Si estás tomando vitaminas prenatales, también pueden influir en esa sensación de rebote, así que puedes intentar tomarlas en la noche, con comida. Si las náuseas son muy intensas, tu obstetra puede recetarte medicina para manjarlas.

6. Temperatura basal elevada

Si te estás tomando tu temperatura basal (esa con la que te levantas) para hacer un seguimiento de tu ciclo, puede que te hayas dado cuenta de que la temperatura baja justo el día entes de tu periodo. Si ves que la temperatura se mantiene alte, incluso cuando debería acercarse la regla, podrías estar embarazada.

¿Cuándo debería hacerme una prueba?

Si las señales de tu cuerpo indican que puedes estar embarazada, ve por una prueba de sangre ya mismo, estas detectan al bebé de manera muy temprana: una semana después de la concepción. Si tienes paciencia, podrías recurrir a una prueba casera: si la utilizas el día en que tu periodo no llega, su precisión es del 99%.

Por Natalia Roldán Rueda

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