Posiblemente en alguna ocasión has notado que tus hijos pequeños se empeñan en querer cargar objetos muy pesados o más grandes que él. Esta acción, dentro del ámbito psicológico y de desarrollo infantil se llama “ley del máximo esfuerzo”.
De acuerdo con la metodología Montessori, que busca dar espacio a los niños para tener libertad de explorar sanamente, el máximo esfuerzo es una parte natural del desarrollo psicomotor de los niños.
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¿Qué es la ley del máximo esfuerzo?
Durante los primeros años de vida, los niños desarrollan sus habilidades motoras a través de la exploración y los juegos. A medida que van cumpliendo ciertos hitos y notan que ya dominan nuevas habilidades, naturalmente los niños buscan la manera de retarse para seguir aprendiendo.
Luego de aprender a caminar, que los bebés tienen más control sobre sus piernas, es común que los niños sientan el impulso de llevar las cosas a otro nivel, intentando levantar y cargar cosas más grandes y pesadas que ellos.
Luego de aprender a caminar, que los bebés tienen más control sobre sus piernas, es común que los niños sientan el impulso de llevar las cosas a otro nivel, intentando levantar y cargar cosas más grandes y pesadas que ellos.
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María Montessori, creadora del método con su nombre, observó el comportamiento de los niños en estas edades e identificó esta etapa en la infancia como la “ley del máximo esfuerzo”. Explica Montessori que los niños pequeños ponen a prueba su fuerza, equilibrio y determinación para continuar superándose y confiar en ellos mismos.
Es común verlos mover y levantar objetos más grandes o pesados que ellos, como canastas, cajas llenas de objetos, juguetes grandes, rocas, sus mascotas o lo que se les atraviese. A mayor peso, mayor satisfacción sentirán consigo mismos por haberlo logrado.
Como papás podemos aportar en este proceso manteniéndonos lejos. No interrumpamos esta etapa y resistamos ese impulso de correr a ayudarles, a menos que nos lo pidan. Es un valioso momento de forjar su independencia y confianza por lo que solo debemos vigilar desde la distancia y permitirles retarse.
Además, evitemos el impulso de estar corrigiéndolos, ya que inconscientemente creamos en ellos una dependencia hacia el adulto, impidiendo su desarrollo óptimo.
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¿Cómo apoyar a nuestros hijos en esta etapa?
Lo principal que podemos hacer en esta fase es no interferir ni interrumpir sino permitirles experimentar, cuidándolos de cualquier riesgo o elemento que los pueda lastimar, de resto, guardar la distancia.
Además, hay algunas actividades que podemos hacer para sacarle provecho a esta motivación para que pongan a prueba su máximo esfuerzo. Estos son algunos ejemplos de ejercicios con los que podemos apoyar a nuestros hijos en la etapa del máximo esfuerzo:
- Al ir al mercado, nos pueden ayudar a empacar las cosas en sus bolsas y cargar algunas de las compras
- También podemos pedirles que nos ayuden a guardar cosas en la alacena
- Pueden ser tus asistentes al lavar la loza, permitiéndoles guardar ollas y sartenes
- También pueden ayudarnos a meter y sacar la ropa de la lavadora
- Recoger sus juguetes en un saco que pueda cargar o en una caja que pueda empujar
- Jugar con una pelota grande
- Llenar un balde con arena, para moverla de un lado a otro
- Darles un banquito que puedan ubicar ellos mismos y que les sirva para aumentar un poco su estatura y así poder ayudar con ciertas actividades de casa, como preparar la mesa, guardar los vasos o alcanzar comida de la alacena