Leche de vaca, lactancia, alergias alimentarias en el bebé
Leche, huevos, maní, nueces, trigo y soya, causan la gran mayoría de reacciones alérgicas a los alimentos en los niños, constituyéndose en uno de los tipos de alergia más frecuentes durante estas primeras etapas de la vida.
Pero un nuevo estudio realizado en Suecia y publicado por la revista de acceso abierto Nutrients, ha revelado que es posible que las mamás que consumen leche de vaca durante el periodo de lactancia, contribuyan a la reducción de riesgos de que sus hijos desarrollen alergias alimentarias.
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Dicho estudio se basó en el análisis de los hábitos alimentarios de 500 madres durante la semana 34 de gestación, al cumplirse un mes del nacimiento de sus hijos y 4 meses después. Posteriormente se comprobó el consumo de leche y derivados lácteos de las nuevas mamás por medio de biomarcadores en la sangre y en la leche materna, y un médico corroboró las alergias de los bebés, principalmente a la leche, a los huevos o a los dos alimentos.
Según lo indicó Mia Stråvik, coautora del estudio y estudiante doctoral de la División de Ciencias de los Alimentos de la Universidad Tecnológica de Chalmers, en Gotemburgo (Suecia), “Encontramos que las madres de los niños de un año sanos, consumieron más leche de vaca durante la lactancia, que las madres de los niños de un año alérgicos”.
En un comunicado de prensa, la universidad añadió que “aunque la asociación está clara, no afirmamos que beber leche de vaca sería una cura general para las alergias a los alimentos”.
Aunque el citado estudio no se estructuró con el fin de indicar que tomar leche de vaca en época de lactancia disminuye el riesgo de que un niño contraiga alergias alimentarias, sus investigadores sí se plantean algunas teorías. La principal, que es factible que la leche de la dieta de las madres contenga ciertas sustancias que estimulen la madurez del sistema inmune del niño.
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También se cita que es probable que cuando hay mayor ingestión de grasas saturadas en la leche, puede producirse de forma natural menos consumo de grasas poliinsaturadas, como lo indicó Malin Barman, otra de las coautoras del estudio: “esto ayudaría, porque creemos que unos niveles altos de grasa poliinsaturada en la dieta de una madre pueden contrarrestar a la maduración del sistema inmune de un niño a una edad temprana”.
Aunque es un paso importante para establecer una relación entre la dieta de las lactantes y los riesgos de alergias alimentarias, hay que resaltar que las mamás no deben creer que con el solo hecho de agregar más leche a su dieta diaria se disminuyen las probabilidades de que sus pequeños desarrollen este tipo de alergias.
Por lo tanto, los autores del estudio han señalado que es necesario continuar investigando sobre el tema y así lo harán, al hacer seguimiento a los niños hasta los 4 años de edad y publicar una nueva actualización sobre sus hallazgos.