Las ecografías son momentos muy bonitos dentro del embarazo, ya que los papás podrán ver cómo va creciendo su bebé.
Tras enterarse de que está embarazada, posiblemente las ecografías son los momentos más esperados por la futura mamá, para poder escuchar y ver a su bebé, además de asegurarse que todo marcha bien.
Sin embargo, en muchas ocasiones desconocemos cuántos ultrasonidos se deben hacer durante los 9 meses.
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Las ecografías permiten ver la imagen de lo que sucede en el interior del útero al hacer la conversión de las ondas de sonido de alta frecuencia que rebotan en él. Normalmente, son necesarias tres ecografías en el embarazo, aunque existen casos en que se necesite realizar alguna más.
Estos exámenes se realizan a la mujer embarazada para ver la evolución del embrión o feto (dependiendo de la semana en que se realice) a lo largo de los 9 meses de gestación. Además, estas imágenes permiten saber la edad de gestación, la situación de la placenta y si hay más de un feto.
¿Cómo funcionan las ecografías?
El profesional de la salud coloca un aceite o gel en el abdomen para poder hacer el recorrido con el transductor.
Este aparato, que tiene cristales de cuarzo estimulados por corriente eléctrica, emite ondas sonoras que viajan hacia el útero y regresan “dibujando” lo que han encontrado en el interior en la pantalla.
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A través de estas imágenes se espera apreciar todas las partes del feto, distinguiendo huesos y otras estructuras densas en blanco, mientras que los tejidos blandos y órganos como corazón o riñones aparecen en tonos grises.
¿Cuántas ecografías deben hacerse en el embarazo?
En un embarazo normal deben realizarse mínimo 3 ecografías, aunque no pueden hacerse en cualquier momento de la gestación ya que se desaprovecharían en caso de hacerlo fuera del tiempo óptimo, por lo que es fundamental que se realicen en las semanas adecuadas.
Primera ecografía
Esta primera revisión se realiza entre las semanas 11 y 13 y sirve para ver la situación de la placenta, el número de fetos y el pliegue nucal (test para identificar riesgos genéticos como la posibilidad de que el bebé tenga Síndrome de Down).
El primer ultrasonido también se llama “ecografía de determinación de fecha” porque revelará la edad gestacional aproximada, con lo que se podría dar una fecha tentativa del parto.
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Segunda ecografía
El segundo ultrasonido se realiza entre las semanas 18 y 20 para ver cómo avanza la formación de órganos e identificar posibles anomalías del desarrollo. Además, en esta revisión se suelen ver los genitales y, si lo desean, ya podrán conocer el sexo del bebé.
Tercera ecografía
Finalmente, la última ecografía se hace entre las semanas 33 y 34 para hacer seguimiento al crecimiento fetal o detectar alguna malformación que no se haya hecho visible en los anteriores ultrasonidos.
Las recomendaciones médicas es regirse a estas 3 ecografías, ya que hacer más no dará resultados distintos ni debe ser un “capricho” por ver al bebé en cualquier momento.
En los casos que sí se piden, y son necesarios, ultrasonidos adicionales es luego de un diagnóstico de malformación fetal o riesgos para el embarazo como hemorragias. En estas situaciones particulares, las ecografías se convierten en herramientas fundamentales para velar por la salud de la mamá y la viabilidad del embarazo, para que el bebé salga adelante.
