El llanto es la primera herramienta que tienen los bebés para poder expresarse y comunicarnos lo que sienten. Es una función biológica muy importante a la que debemos prestarle la debida atención. Según lo que esté pasándole al bebé, su llanto puede ser diferente en intensidad, volumen y frecuencia.
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Especialmente en las primeras semanas puede llegar a ser frustrante el no entender por qué llora o cómo ayudarlo, pero no te preocupes, poco a poco será más identificar cada tipo de llanto y lo que pide tu bebé para sentirse mejor.
5 posibles causas que explican el llanto de tu bebé
Tiene hambre
Por medio del llanto es como nuestro bebé puede avisar que tiene hambre, siendo esta la razón más común por la que lloran. Generalmente, es un llanto muy persistente que cesa apenas empieza a comer y se siente satisfecho.
También, a medida que conozcas a tu bebé, podrás adelantarte a sus necesidades y ofrecerle el pecho o el biberón cuando detectemos las primeras señales de hambre como buscar el pecho, chasquear la lengua o llevarse el puño a la boca, así vas a prevenir el llanto.
Tiene sueño
Cuando los bebés ya están cansados es frecuente que lloren. Es su manera de indicarnos que quieren dormir y que necesitan de nosotros para ir a un espacio tranquilo para poder descansar.
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Este llanto inicia suave y va aumentando gradualmente su intensidad, hasta que llega un punto en el que se vuelve monótono, sin subidas ni bajadas.
Contra muchas creencias, no deberías dejar al bebé llorando solo en la cuna hasta que se canse y se quede dormido porque esto le genera un estrés innecesario, que a la larga le dificultará el aprender a dormir solo. Ayúdale a conciliar el sueño de forma amorosa y comprendiendo sus necesidades, arrullándolo o cantándole.
Incomodidad
Con su llanto los bebés también nos pueden avisar que se sienten incómodos, sea por la posición en la que se encuentran, por el modo en que los sostenemos, por el tipo de tela de la ropa o por la temperatura del ambiente.
Debemos prestar atención a los elementos que puedan generar incomodidad, como, por ejemplo, necesitar un cambio de pañal, las etiquetas que trae la ropa pueden llegar a irritar su piel, etc.
En el caso de incomodidad por calor es fácil de identificar, pues puede haber sudor o enrojecimiento de la piel. A veces los abrigamos en exceso y esta puede ser la causa.
En el caso del frío, debemos prestar atención a sus manos y pies. Para abrigarlos correctamente, basta con que lleven una capa más de abrigo que los adultos, que suele ser un body o una camiseta interior.
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Dolor
Si nuestro bebé tiene algún dolor nos lo va a decir a través del llanto. Generalmente este llanto es muy agudo, incluso algunos lo definen como una especie de grito.
En estos casos debemos revisar que no exista una fuente generadora de dolor, como algún elemento en el sitio en donde está el bebé que pueda estar lastimándolos. Otro caso puede ser la salida de los dientes.
Si a simple vista no encuentras qué puede generar el llanto de dolor y este se mantiene por un largo periodo de tiempo, lo mejor es que acudas al médico.
Tranquilidad y consuelo
Hay ocasiones en que nuestros bebés sencillamente necesitan paz, quizá porque han estado expuestos a muchos elementos y estímulos que los agobian, o cuando hay muchas personas a su alrededor. Esta sobreestimulación también puede presentarse cuando jugamos con el bebé durante demasiado tiempo y se agota.
También puede pasar que nuestro bebé simplemente está nervioso y necesita que le proporcionemos seguridad y consuelo. Los brazos son una necesidad básica del bebé, al igual que comer o dormir y es normal que llore para pedir el contacto y los mimos de papá o mamá.