Durante los primeros meses de vida, el llanto es el único método de comunicación de los bebés, al no poder expresarse con palabras. El lenguaje no verbal los es todo al intentar entender a tu pequeño, ya que nos avisará que algo le gusta con una sonrisa y que algo le desagrada con el llanto.
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Generalmente, que un bebé llore se asocia con algo negativo, por lo que aún muchas personas tienen la creencia de que es mejor dejarlos hasta que se les pase para que “no nos manipulen”. Sin embargo, el llanto es un ante todo un llamado, su forma de decir “necesito tu ayuda”.
¿Por qué no se debe (ni se puede) ignorar el llanto de un bebé?
Durante los primeros meses de vida, el llanto es el único método de comunicación de los bebés, al no poder expresarse con palabras.
Así como no ignoramos cuando una persona nos está hablando para comunicarnos algo importante, tampoco podemos ignorar el llanto de un bebé, que no se vale por sí solo aún, y que está usando su único canal de comunicación.
Un estudio de la Universidad de Oxford ha demostrado científicamente por qué es imposible ignorar el llanto de un bebé, aún en el caso de las personas que no tienen hijos. Cuando un adulto oye un bebé llorar, instantáneamente se activan dos regiones del cerebro involucradas con la respuesta emocional (lo que no sucede igual con el llanto de un adulto o de un animal).
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Una es la región temporal media, encargada del procesamiento emocional y el habla, y la otra es la corteza orbitofrontal, conocida por su papel en la recompensa y el proceso de las emociones.
El sonido que produce el llanto de un bebé capta la atención como pocos otros sonidos pueden hacerlo. Nos pone alerta rápidamente, por esto, por ejemplo, es imposible dormir en un avión cuando un bebé está llorando.
El llano activa en los adultos el instinto de supervivencia, ya que es la forma del bebé de expresar que se encuentra frente a una situación de peligro, como hambre, frío, calor o necesita la protección de los brazos de mamá o papá.
No poder ignorar el llanto de un bebé es una reacción primaria inconsciente y, aunque quisiéramos, no podríamos bloquear esa respuesta, porque nuestro cerebro nos grita que ese indefenso bebé necesita que se le atienda rápido.
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Calmar el llanto del bebé
Lo primero que debemos hacer es intentar encontrar el motivo del llanto del bebé. Con el paso de los meses, en que vamos conociendo mejor a nuestro bebé, podremos distinguir cuando llora por hambre, por sueño, porque algo le duele, porque se siente asustado o cualquier otro motivo.
La mayoría de las veces el llanto se debe a la necesidad de contacto físico, de nuestro calor y nuestra protección. Por lo tanto, la primera opción para calmarlo es tomarlo en brazos.
También puedes envolverlo rodeando su cuerpo con una cobija suave mientras lo balanceas o le das pecho, ya que, aunque no tenga hambre, la hace que el bebé se sienta reconfortado.
