Cuando hay que salir a hacer compras, sea ir al supermercado para llenar la alacena o ir al centro comercial a alguna diligencia, uno de los factores más complicados puede ser el tener que llevar a nuestros hijos, ya que son planes aburridos y cansados para los más pequeños.
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En muchas ocasiones optamos por pedirle a algún familiar que nos cuide a los niños, sin embargo, habrá otras en que no nos queda más remedio que ir con ellos a comprar. Para estos casos te traemos consejos efectivos para evitar que se pongan nerviosos, lloren, se estresen o terminen en una pataleta.
Consejos para ir con tus hijos de compras y evitar las pataletas
1. Lleva a los niños de compras solo si es estrictamente necesario
Hay muchos adultos que aman salir de compras, visitar una tienda y luego otra, detenerse a mirar vitrinas, buscar las mejores rebajas, comprar una cosa aquí y otra allá. Y aunque para los grandes puede ser un plan agradable, incluso relajante para algunos, generalmente para los más pequeños no es así.
Antes de ir a comprar con los niños plantéate si realmente es necesario que te acompañen o si puedes esperar para ir sola en otro momento. Además, debes tener en cuenta que no es igual ir al supermercado para hacer el mercado de la familia, que pasar toda la tarde en un centro comercial haciendo compras que probablemente se puedan posponer.
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2. Haz compras breves y concisas
A los niños pequeños no les gusta mucho la inmovilidad y se desesperan con facilidad si permanecen en un mismo sitio sin hacer nada por mucho tiempo.
Por esto, sin importar el tipo de compra que debas hacer, intenta ser lo más breve posible, evitando grandes centros comerciales, supermercados muy amplios y distancias largas por carretera.
Además, te puede ser de gran ayuda llevar una lista de lo que vas a comprar y de las tiendas que tienes pensado visitar, de esta manera será más fácil tener un tiempo aproximado de cuánto estarán afuera.
3. No olvides el coche, carrito de paseo o portabebé
Aunque tu hijo ya camine, puede ser de gran ayuda llevar su coche o carrito de paseo, ya que es muy probable que se canse rápidamente y, cuando esté aburrido podría darse una pequeña siesta por el camino.
También es una gran herramienta llevar una mochila portabebé o fular ya que al llevarlo en la espalda te permitirá tener las manos libres para poder comprar.
4. Lleva algunos de sus juguetes favoritos
Las tiendas están llenas de muchos objetos desconocidos que actúan como estímulos visuales, por lo que querrán tocar todo lo que esté cerca. Para evitar esto, lleva un par de juguetes que les permitan estar entretenidos y jugar de manera controlada mientras tú compras.
Si aún son bebés puedes llevar su mantita, objeto de apego o sonajero favorito, que será fundamental para enfrentar un momento difícil para evitarle una pataleta.
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5. Haz que el niño participe en las compras
Durante los ratos largos de compras los niños se pueden frustrar por no sentirse útiles, por lo que puedes usar esto a tu favor. Si les pides su opinión o ayuda para alcanzar algunos objetos, se sentirán más motivados y concentrados.
Esto no solo mejorará su comportamiento durante las compras sino que los ayudará a fortalecer su confianza y autonomía, mientras potencializa su conexión familiar.
6. Infórmale previamente al niño, para evitar los premios y castigos
Evita completamente frases como “Si dejas que hagamos las compras, te daré después un premio” o “Si no te estás callado y tranquilo, te quedas sin televisión!”
De manera casi inconsciente, los adultos solemos usar los chantajes, premios y castigos como método de manipulación cuando queremos que los niños hagan algo que nos conviene.
Sin embargo, estas “herramientas” conductuales que utilizamos por las prisas, o incluso desesperación, nos impide conectar con los niños y sus necesidades.
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Además, recurrir a estas prácticas no es necesario ya que, en la mayoría de los casos, los niños quieren contribuir y sentirse útiles, por lo que a veces solo necesitas hacer una pausa y explicarle de manera calmada lo que vamos a hacer y lo que esperamos de ellos.
Por ejemplo: “Tenemos que ir al supermercado a comprar la comida de la semana. Sé que ir de tiendas puede ser aburrido para ti, pero necesito que vayamos hoy y quiero tu ayuda ¿Te gustaría que juntos elijamos lo que vamos a comer estos días?”
7. Al final, elogia su comportamiento
Cuando terminen las compras, hazle saber a tu hijo lo importante que ha sido su ayuda para ti y agradece su esfuerzo. También puedes enumerarle los valiosos trabajos que ha realizado. Esto fortalecerá su autoestima y se sentirá dispuesto a ayudar más veces en el futuro.