Durante el embarazo se dan muchos cambios que pueden afectar a la piel, volviéndola más sensible e irritable, además de ser más propensa a que aparezcan manchas por el sol y a la aparición de estrías con el avance de la gestación.
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Las estrías se producen cuando las fibras de la dermis se estiran tanto hasta que se rompen, dejando una pequeña cicatriz en forma de líneas temblorosas, generalmente en el abdomen y los pechos, aunque también pueden aparecer en los muslos y las caderas.
¿Cómo se forman las estrías?
La piel tiene una gran capacidad para estirarse, incluso llegando a ceder hasta 10 veces durante el embarazo, es decir que la piel que normalmente cubre 1 centímetro, en el embarazo puede llegar a cubrir hasta 10 centímetros.
Las estrías se crean cuando las fibras elásticas de la dermis se rompen ante el aumento o la pérdida repentina de peso. Esto se puede dar por un aumento de estrógenos en la pubertad, en el embarazo o por enfermedades que afecten la formación de colágeno.
¿A todas las embarazadas les salen estrías?
Se calcula que a 9 de cada 10 embarazadas les aparecen estrías entre la semana 22 y 32 de gestación. Los lugares más frecuentes donde se forman son el abdomen, los muslos, las caderas y el busto. Es decir que, aunque las estrías no aparecen siempre, es bastante probable que lo hagan.
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La aparición de estrías depende de la manera en que se estira la piel, pero sí hay algunos factores que pueden aumentar la probabilidad como el haber tenido estrías en algún otro momento de tu vida, si en la familia se han dado casos de estrías en el embarazo o la velocidad con la que la mujer aumenta de peso durante el embarazo.
¿Cómo evitar que aparezcan estrías?
Aunque las estrías hacen parte del proceso normal del embrazo y no son sinónimo de que algo esté mal, hay algunos consejos que puedes seguir para evitar la mayor parte de ellas:
· Hidrata tu piel con cremas revitalizantes, productos antiestrías o aceites naturales que puedan ayudar a regenerar los tejidos de la piel.
· Aplica la crema hidratante o antiestrías de tu elección en las zonas de mayor riesgo (abdomen, cadera, muslos, cola y pechos) varias veces al día y siempre tras la ducha.
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· Cuida tu alimentación, incluyendo alimentos ricos en magnesio y vitaminas: vitamina A (como lácteos y zanahorias), vitamina E (en aceites vegetales, cereales y verduras) y vitamina C (cítricos, lechuga, tomate, entre otros). Estos alimentos contribuyen a mantener la piel en muy buen estado, hidratada y elástica.
· Intenta controlar el aumento de peso en el embarazo, dentro de las proyecciones normales. No existe un peso ideal para todas las mujeres, pero sí debes evaluar con tu médico cuál sería un aumento normal y cuándo sería excesivo.
· Haz ejercicio físico y mantente activa.
