Como mamás y papás, especialmente los primerizos, podemos llegar al punto de sentirnos completamente agotados y sin nada de energía, por lo que es común oír frases como “No puedo más. Necesito desconectarme”.
Si te sientes identificado con alguna de esta situación, es posible que estés experimentando el síndrome de burnout o agotamiento parental.
Sigue a Cromos en WhatsAppEn un mundo tan acelerado, en el que es común que tanto padres como madres trabajen, podemos exigirnos de más al intentar dar el 100% en todo, aunque no siempre se den las facilidades para cumplir con todas nuestras obligaciones en simultáneo.
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Incluso, se llega a dar el caso en que se vuelve muy difícil (sino es que imposible) el hecho de disfrutar del proceso de maternidad o paternidad como lo merecemos y a raíz de esto aparece el riesgo de desarrollar el síndrome de burnout.
Aquí te contamos en qué consiste el agotamiento parental, que se caracteriza por una fatiga constante, estrés y dificultades para conciliar la vida familiar y la personal. Además, reunimos algunas de las señales de alerta que nos permiten identificarlo.
¿Qué es el síndrome de burnout?
Te contamos en qué consiste el agotamiento parental, que se caracteriza por una fatiga constante, estrés y dificultades para conciliar la vida familiar y la personal.
El síndrome de burnout, traducido literalmente como “síndrome del trabajador quemado”, es un síndrome que generalmente está ligado al estrés por el desgaste en el trabajo. Este síndrome tiene tres síntomas básicos:
La ejecución de tareas sin dirección o sentido, constantes y repetitivas (lo que genera un sentimiento de no poder rendir al máximo y de desperdiciar la energía)
- Aburrimiento, apatía y desgano
- Falta de compromiso o desinterés
- Agotamiento parental
Aunque hasta hace poco este síndrome se asociaba solamente con el ámbito laboral, desde hace un tiempo que se ha extendido a la conciliación familiar y a la maternidad y crianza.
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Cuando el burnout está ligado a la maternidad (o paternidad) y a los retos de la crianza, aparece un agotamiento intenso debido al proceso de maternar y criar, especialmente cuando tienes un estilo de vida en el que es difícil conciliar todas las áreas de tu vida.
Esto se suma a una sensación de fatiga y estrés crónicos, por la alta carga de responsabilidad de atender el hogar, criar, trabajar (sea fuera o dentro de casa), buscar también tiempo para la pareja y la vida social, etc.
Señales de que podrías sufrir el síndrome de burnout o agotamiento parental
Hemos reunido algunas de las principales señales de alerta que indican que podrías estar sufriendo el síndrome de burnout o agotamiento parental.
- Agotamiento físico y mental generalizado: este es el síntoma más notorio al tener la sensación de fatiga y de que “no vas a poder con todo”. A nivel físico cuesta afrontar el día a día y a nivel mental también cuesta concentrarse o tomar decisiones.
- Disminución en la productividad laboral: ligado al agotamiento parental, hay una disminución de tu productividad en el trabajo; si pasa por este síndrome, es común que sientas que rindes menos o que cumplir con tus responsabilidades te toma más tiempo.
- Desmotivación: a la hora de trabajar, de maternar o hacer otras tareas del día a día (aún las actividades que antes nos producían placer) ahora pueden desmotivarnos o de plano sentir completo desinterés.
- Irritabilidad: por todo este cansancio acumulado podemos estar más susceptibles y cosas que antes nos daban igual, ahora nos afectan mucho más.
- Dificultades para concentrarte: entre los principales síntomas cognitivos del burnout está la dificultad para concentrarse (ya sea en la crianza o en el trabajo). Una mente cansada es una mente con dificultades para procesar la información y para focalizarse en determinados estímulos.
- Cambios drásticos de emociones: en este síndrome aparece también la labilidad emocional, que es la tendencia a cambiar de forma rápida y abrupta de estado emocional o anímico.
- Alteraciones del sueño: este es otro de los síntomas más comunes que reúne 3 alteraciones del sueño: insomnio, sensación de no descansar bien o de no descansar suficiente y despertares nocturnos.
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¿Qué hacer si sufro agotamiento parental?
Si notas que estás pasando por varias de estas señales y crees que podrías estar experimentando el síndrome de burnout o agotamiento parental, lo primero que deberías hacer es compartir lo que te ocurre con tus seres queridos y que evalúes la posibilidad de pedir ayuda profesional si ves que la situación te supera.
Un psicólogo puede ayudarte a identificar mejor estos síntomas y enseñarte estrategias de afrontamiento para poder seguir teniendo una vida funcional, sin la sensación de querer tirar la toalla.
También puedes seguir estos sencillos consejos en el día a día:
- Delega aquellas tareas que puedas ceder. No debes hacer todo por tu cuenta, se vale pedir ayuda.
- Busca momentos para ti, para descansar y desconectar.
- Apóyate en tus seres queridos; comparte cómo te sientes y pide ayuda si sientes que no puedes con todo.
- Valida tus emociones; sé compasiva contigo misma.
- Permítete disfrutar de los buenos momentos de la maternidad y la crianza, una época que también puede ser maravillosa.
- Si tienes pareja, hagan equipo; comunican cómo se sienten y cómo pueden acompañarse mutuamente.
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