Ser padres no es un rol fácil y conlleva mucha responsabilidad. Enseñarles a nuestros hijos qué está bien y qué está mal es posiblemente una de las áreas más retadoras de la paternidad. Es importante educarlos con valores positivos para crear buenos ciudadanos, respetuosos y buenas personas en todas las áreas.
La crianza exige que consideremos varios aspectos importantes como los modales, los ideales, la forma de relacionarse con el mundo y la educación en general. Para todos estos factores y más, la herramienta clave que hay que fortalecer es la comunicación abierta.
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Mantener canales de comunicación abierta y sólida, evita que tus hijos crezcan con mentes prejuiciosas y rígidas, así los niños tendrán un primer espacio para participar activamente, al entender lo que le explican y estará dispuesto a recibir sugerencias. Esto mismo se replicará al salir a la sociedad.
10 pilares fundamentales para una crianza sana
Otro aspecto muy importante (aunque también puede ser complicado) es definir los límites. Hay que plantear, mantener y respetar los límites que se hayan trazado ya que es contraproducente establecer reglas que no se van a cumplir. Las normas deben ir de la mano de la disciplina, pero también del amor.
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Teniendo estos factores presentes, hay 10 pilares que serán fundamentales para que puedas aportar a una crianza sana de tus hijos.
Consejos para llevar a cabo una buena crianza
- Refuerza con actitudes y palabras el amor hacia tus hijos. Es importante que ellos conozcan su valor dentro de la familia, mientras fortalece su amor propio.
- No permitir gritos, manifestaciones de violencia, malos tratos a padres, hermanos o compañeros. Es fundamental enseñarles que hay otros modos de expresar el malestar que sienten, sin afectar a otros.
- Los papás deben evitar descalificaciones mutuas delante de los chicos. Los hijos verán en el matrimonio de sus padres uno de los primeros espejos del actuar social, por esto hay que ser cuidadosos.
- Cuidado con lo que haces y dices porque tus hijos lo imitan todo. Los niños son como esponja, absorbiendo todo lo que ven, luego lo copian y si se da una situación agresiva lo más probable es que el niño aprenda esto.
- Ten una mente flexible durante la infancia de tus hijos, para poder estar más cerca de ellos en su crecimiento. Los niños atraviesan crisis de crecimiento, adaptaciones al entrar al colegio o, incluso, atravesar por bullying. Ante situaciones difíciles de entender es muy fácil que los niños se cierren y no quieran hablar. Sé creativo para llegarle y mantener su confianza en ti.
- Presta atención si tu bebé llora con frecuencia, si tiene una buena salud. Mantenerte alerta te hará preguntarte si algo está pasando en el hogar para que el niño dé muestras de estar sufriendo.
- No compenses el poco tiempo que ves a tus hijos con regalos o concesiones a los límites previamente establecidos. Solo crearás un mensaje equivocado en el que todo se puede “comprar” con objetos materiales.
- Participa en sus actividades siempre que puedas. Sin importar la edad de tus hijos, acompañarlos a una cancha, participar en actividades lúdicas que les gustan o hacer parte de sus juegos les hace muy bien y fortalece la relación.
- Habla antes de sancionar. Si los niños tienen un comportamiento incorrecto, primero transmíteles por qué están disgustados y luego pon un límite o sanción que explique los motivos.
- Sé firme. La firmeza en las explicaciones les transmite seguridad a los hijos, sabiendo que las decisiones que tomas son por el beneficio de todos es clave a la hora de definir una crianza responsable.
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