3 cosas que nunca debes hacer en frente de tus hijos
Ser consciente de nuestras acciones frente a nuestros hijos es clave para su desarrollo emocional. Por esto, es importante no hacer o decir cosas en frente de ellos que pudiesen marcarlos negativamente para siempre.
Por Redacción Cromos
23 de septiembre de 2024
Ser padre es una de las responsabilidades más desafiantes y gratificantes que existen. Sabemos que los niños son como esponjas: absorben todo lo que ven y escuchan, especialmente de sus padres. Es por eso que debemos ser conscientes de cómo nuestras acciones influyen en su desarrollo.
Aunque nadie es perfecto, hay ciertas cosas que nunca deberíamos hacer en frente de nuestros hijos, pues podrían afectar su bienestar emocional y la forma en que ven el mundo.
¿Qué cosas nunca se deben hacer frente a los hijos?
Estas son algunas actitudes, tanto personales como en pareja, que nunca deberías hacer frente a tus hijos para evitar herirlos o marcarlos en su vida adulta:
1. Discutir acaloradamente o gritar
Es normal que las parejas tengan desacuerdos, pero resolverlos de manera agresiva o con gritos frente a los niños puede causarles ansiedad y estrés. Los niños pequeños, en particular, pueden no entender el contexto de una discusión y asumir que sus padres se están separando o que ellos son los culpables del conflicto.
Sigue a Cromos en WhatsAppAdemás, los niños tienden a imitar el comportamiento de los adultos, por lo que ver a sus padres resolver problemas de manera violenta o irrespetuosa podría enseñarles que esa es la forma correcta de gestionar los desacuerdos.
Consejo: si sientes que una discusión está escalando, trata de posponerla hasta que estén solos o al menos lejos de los oídos de tus hijos. Opta por resolver los conflictos con calma y respeto, ofreciendo un ejemplo positivo de cómo manejar las diferencias.
2. Hablar mal de otras personas
Hablar mal de otros, ya sea un vecino, un familiar o incluso un extraño, puede parecer inofensivo, pero hacerlo delante de tus hijos puede tener un impacto negativo en su percepción del respeto hacia los demás. Los niños pueden internalizar la idea de que está bien juzgar o criticar a los demás sin conocer su situación, lo que podría afectar su empatía y habilidades sociales.
También, si escuchan a sus padres hablar mal de alguien cercano, pueden sentirse inseguros sobre cómo se les juzga a ellos mismos.
Consejo: es mejor evitar hacer comentarios negativos sobre otras personas en presencia de tus hijos. Si surge una conversación complicada, usa el momento como una oportunidad para enseñarles sobre la importancia del respeto y la empatía.
3. Exponerlos a situaciones de estrés financiero o preocupaciones adultas
Hablar abiertamente de problemas financieros o compartir preocupaciones serias sobre el trabajo o la salud puede ser abrumador para los niños. Aunque es tentador querer ser honesto y abierto, los niños no tienen la madurez emocional para manejar estas situaciones y pueden sentirse asustados o impotentes. Igualmente, podrían sentirse responsables de los problemas, generándoles ansiedad innecesaria.
Consejo: mantén las conversaciones sobre temas delicados para momentos privados con otros adultos. Si tus hijos notan que estás estresado, explícalo de una manera sencilla, asegurándoles que es un asunto de adultos que se resolverá.
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Recuerda que ser consciente de nuestras acciones frente a nuestros hijos es clave para su desarrollo emocional. Al evitar estos comportamientos, no solo protegemos su bienestar, sino que también les enseñamos habilidades esenciales como el respeto, la empatía y la resiliencia frente a los problemas cotidianos.