El mundo ha pasado por toda una serie de cambios acelerados que han impactado y transformado diferentes aspectos de la vida de las personas, incluso, la forma de aprender es mucho más desafiante, puesto que factores como la hiperconectividad y la falta de interés por parte de niños y jóvenes, afecta en su forma de adquirir nuevos conocimientos.
Por esto recientemente el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia señaló su preocupación por la educación después de la pandemia, ya que actualmente millones de niños carecen de competencias básicas en aritmética y alfabetización, y solo una tercera parte de quienes tienen 10 años puede leer y comprender una historia escrita sencilla.
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Este tema, que también preocupa a padres, organizaciones sin ánimo de lucro, instituciones educativas y gobiernos, no solo se debe a factores económicos, sino también, al hecho de tener modelos que vienen de siglos y que fueron diseñados en el desarrollo de competencias por contenido.
Aprendizaje de acuerdo con el tipo de cerebro
Ya que no todas las personas aprenden ni se comportan de la misma forma frente a diferentes situaciones, la teoría señala que todos tenemos un tipo de cerebro dominante, el cual, se encuentra dividido en tres partes.
Según la experta en educación y presidenta del Cartagena International School, Daniela Carvajalino, en Colombia uno de los grandes desafíos de las instituciones educativas es aplicar procesos de metacognición, es decir, espacios en los que se pueda reflexionar sobre la forma en cómo piensan y aprenden los niños y jóvenes para crear estrategias acordes a cómo adquieren sus conocimientos.
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Teniendo en cuenta que desde hace algún tiempo los estudiantes desarrollan sus capacidades cognitivas de forma diferente, esta institución elaboró un modelo de educación conocido como ECA-E (Entender, Comprender, Aprender Para Emprender), en el que se aplica la teoría del cerebro triádico y herramientas de Programación Neurolingüística.
Ya que no todas las personas aprenden ni se comportan de la misma forma frente a diferentes situaciones, la teoría señala que todos tenemos un tipo de cerebro dominante, el cual, se encuentra dividido en tres partes:
- El primero, es el central que representa la acción, es decir, el hacer, el riesgo y lo operativo
- El segundo, es la parte izquierda, que determina lo lógico, lo racional y lo analítico
- El tercero, la derecha, es la parte emocional, en donde está lo creativo, lo innovador e imaginativo
Entre estos, siempre hay una parte que domina los comportamientos, las acciones y decisiones de la persona. Además, cada una de estas partes del cerebro favorece a un estilo de aprendizaje diferente, ya sea visual, auditivo o kinestésico.
“Iniciamos el proceso con estudiantes haciendo una identificación de su proporcionalidad cerebral e identificando cuál es el cerebro dominante y subdominante, que nos va a permitir hacer un plan de trabajo en cada uno de los salones con el fin de lograr objetivos y metas tanto académicas, como de emprendimiento y referente a sus habilidades socioemocionales”, resaltó Carvajalino.
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Carvajalino resalta que lo importante es que haya un equilibrio entre los tres cerebros que les permita a los jóvenes y niños fortalecer su autoestima, que puedan desarrollar tanto las habilidades blandas como duras y que no tengan temor si llegan a fracasar.
“Por esa misma razón, es que nuestras clases son diseñadas para el 100% de los estudiantes, puesto que son clases triádicas y no están estructuradas solo para el 5% de niños o jóvenes, que son, por lo general, aquellos con dominancia de cerebro izquierdo, y que tienen un aprendizaje visual, por lo que son conocidos como buenos estudiantes”