Cinco actitudes que caracterizan a un niño que es sobreprotegido en casa
Aunque cuidar a tus hijos parece ser una tarea positiva por donde se mire, podría llegar a afectarlo. Estas son las señales de que tu niño es sobreprotegido.
Por Redacción Cromos
04 de octubre de 2022
Desde que nuestros hijos nacen, somos los primeros encargados de su cuidado, protección y atención a todas sus necesidades, ya que durante algunos años no podrán valerse por sí mismos, además de necesitar de nuestra guía en su aprendizaje.
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Sin embargo, en algunas ocasiones, en nuestro afán por darles lo mejor y cuidarlos de cualquier peligro, podemos caer en excesos y sobrepasarnos en los límites que ponemos en la atención de los niños, llegando a la sobreprotección.
Sigue a Cromos en WhatsAppLa psicóloga clínica y neuropsicóloga infantil, Daniela Barzallo, nos cuenta 5 señales de que indican que tu niño es sobreprotegido y que podría tener consecuencias en su desarrollo.
Señales de que tu hijo es un niño sobreprotegido
- Es un niño inseguro: le cuesta tomar riesgos y en su actitud se puede percibir que no se siente confiado en entornos sociales como dentro del colegio, prefiriendo pasar desapercibido antes de expresar su opinión fuertemente.
- Tiene problemas de autonomía: está tan acostumbrado a que lo “ayudes” a hacer tareas sencillas que le cuesta realizar muchas actividades por su cuenta, esperando que alguien más lo haga por él. En busca de cuidarlo de algún riesgo, le impides ser independiente.
- Son poco sociables: ligado al primer punto, a un niño sobreprotegido le cuesta desenvolverse fácilmente en entornos sociales, por lo que les será más difícil hacer amigos y tenderá a buscar un lugar seguro en lugar de explorar este tipo de relaciones.
- Se ven como niños consentidos: ante tus cuidados es natural que su respuesta sea actuar de manera mimada, sin embargo, los niños sobreprotegidos son consentidos en exceso al punto de incluso hablar como si tuviera menos edad de la que en realidad tiene.
- Retraso en algunas áreas del desarrollo: ya que el niño sobreprotegido puede recurrir siempre a sus papás para que le resuelvan todo, no desarrollará por su cuenta de la misma forma la motricidad gruesa y fina.
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¿Cómo saber si estoy sobreprotegiendo a mi hijo?
Si sientes que podrías estar cayendo en sobreprotección, evalúa tienes alguna de estas actitudes:
- Respondo y actúo por él
- Le digo qué hacer, cómo hacerlo y no me separo de su lado “por si las moscas”
- Resuelvo todas las dificultades que se le presentan
- Utilizo el miedo para protegerlo (por ejemplo, si te alejas de mi lado te van a robar).
- Justifico sus comportamientos inadecuados, en lugar de buscar una corrección para cambio
- Interfiero en su autonomía (le pones su pijama o le cepillas los dientes cuando quiere hacerlo por sí solo)
- Evito que cumpla con sus responsabilidades como recoger sus propios juguetes
- Lo consiento constantemente, cumpliendo con sus deseos (o caprichos) cada vez que me lo pide
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