Cinco consejos para crear reglas y enseñar disciplina a los niños de 2 años
Entre más rápido puedas enseñarles a los niños disciplina, será más sencillo que acepten y sigan las reglas. Estos consejos te ayudarán a crearlas.
Por Redacción Cromos
03 de noviembre de 2022
Sin importar el estilo o las prácticas que desees aplicar en la crianza de tus hijos, un aspecto muy importante que se debe tener en cuenta es que a los niños hay que imponerles reglas y límites desde pequeños.
Las primeras etapas de la infancia son muy relevantes, ya que es el punto crucial en su aprendizaje de comportamiento y desenvolvimiento social. Mientras van descubriendo quiénes son y cómo es su entorno, podemos ayudarles fortaleciendo su libertad e independencia, entendiendo que siempre van de la mano con ciertas reglas.
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Sigue a Cromos en WhatsAppA medida que van creciendo debemos enseñarles a manejar la frustración y a ser autónomos, y a respetar las normas de conducta de los diferentes lugares en donde se mueve. De esta manera estaremos guiándolos de manera positiva en el desarrollo emocional y social de los niños.
Aunque no existe una edad específica en la que se debería dar inicio a este proceso de aprendizaje, entre más pronto lo hagas, mejor, así será más fácil que vayan interiorizando estos límites y reglas, para seguirlas de manera casi automática. Si esperas a que tu hijo esté un poco más grande, irá “cogiendo mañas” y podría poner un poco más de resistencia.
5 consejos para crear reglas y límites a tus hijos
Por esto, te traemos 5 consejos para poner con reglas claras y límites sanos en los niños desde los 2 años.
A medida que van creciendo debemos enseñarles a manejar la frustración y a ser autónomos, y a respetar las normas de conducta de los diferentes lugares en donde se mueve.
Fomenta su autonomía e independencia
Sin importar su edad, a los niños les gusta sentirse útiles, poder explorar y demostrar que están aprendiendo. Estos sentimientos e intereses por experimentar y retarse a hacerlas por si solos, puedes usarlo positivamente a tu favor.
Por ejemplo, puedes animarlos a recoger sus juguetes y a ayudarte con tareas sencillas del hogar, recalcando que valoras su apoyo. Un factor importante es aclararles que es bueno que están creciendo, pero aun así hay límites y cosas que ellos no pueden hacer solos, como manipular electrodomésticos (plancha, licuadora o estufa).
Normas y límites claros
Este puede ser el punto más retador, ya que por más que existan las reglas, podríamos estar fallando al comunicárselas a los niños. De acuerdo con su edad, debes hablarles con claridad y de manera concisa.
Si tienen algún deber pendiente, hazlo notar y déjale claro de qué se trata, y puedes añadir lo que esperas de su parte (hacer las cosas de determinada forma en cierto tiempo en específico), ya que con ellos no sirve dejar factores a la interpretación o detalles al aire.
Deja claro lo que pueden y no pueden hacer. Debes asegurarte de que los límites fueron entendidos y no se deberían cambiar las reglas a mitad del camino, porque eso los confundirá y aprenderán a manipular.
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Prohibidos los gritos (de parte y parte)
Los gritos hacen parte de las respuestas naturales a no saber gestionar completamente sus emociones como frustración, ira o tristeza. Enséñales que, si se equivocan, hay que corregir y que sus acciones tienen consecuencias que se deben asumir con responsabilidad, pero sin gritar.
Este factor es clave para trabajar su inteligencia emocional y ¿qué mejor manera de aprender que con el ejemplo? Si tus hijos están teniendo un mal día, están enojados o hacen berrinche, mantén la calma. Tu reacción será el mejor ejemplo de cómo gestionar la frustración y enseñarles a hacerlo también.
Inteligencia emocional
Aprender a administrar, reconocer y reaccionar a las emociones es de los aprendizajes más importantes de la infancia y entre más pronto empiecen a trabajar en su inteligencia emocional, será mucho mejor.
Tus hijos deben entender que todo lo que sienten es válido, que si vale equivocarse y aprender de esa experiencia. Además, deben notar que tu amor se refleja en la ayuda a encontrar su camino, sin imponérselo, ya que ellos mismo lo irán explorando.
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Crianza respetuosa
El enfoque de llevar una crianza positiva reúne lo que hemos hablado anteriormente: no habrá gritos ni castigos o amenazas. No debe haber violencia, ni física ni emocional.
La crianza respetuosa está basada en el amor y el respeto; escucha, dialoga, enseña y guía. Ten por seguro que los niños se van a equivocar y es necesario que lo hagan para aprender, así que ten la paciencia y la dedicación para estar ahí ayudándolos a levantarse.