La salud comienza en la mesa, y los primeros años de vida son cruciales para establecer hábitos que impactarán positivamente a lo largo del tiempo. Según el Código Europeo contra el Cáncer, el riesgo de padecer esta enfermedad en la adultez puede disminuir significativamente si se implementa una alimentación balanceada desde la infancia.
La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) respalda esta afirmación en su ‘Guía de alimentación saludable en la infancia y la adolescencia’, que resalta cómo nutrir correctamente a los más pequeños puede ser un factor protector clave. ¿Pero qué alimentos incluir y cuáles evitar? Aquí le damos todas las respuestas.
Sigue a Cromos en WhatsAppAsí puede alimentar a su bebé para reducir la posibilidad de cáncer
La relación entre una alimentación adecuada y la prevención de enfermedades como el cáncer es clara. Nutrir, más que alimentar, implica ofrecer alimentos que no solo sacien el hambre, sino que aporten los nutrientes necesarios para que el organismo funcione de manera óptima.
Alimentos imprescindibles en el menú infantil
- Frutas y verduras: las protagonistas indiscutibles. Sirva raciones variadas, crudas y cocinadas, tanto en comidas como en cenas. La fruta, mejor al natural y no en jugos, para conservar su fibra y nutrientes.
- Cereales integrales: reemplace los refinados por opciones de grano entero, ricas en fibra y vitaminas.
- Proteínas saludables: carnes magras, pescado, huevos y legumbres son fundamentales. Evite las carnes procesadas, ya que pueden tener un impacto negativo a largo plazo.
- Aceite de oliva virgen extra: use esta grasa saludable como base de sus preparaciones por sus propiedades antioxidantes.
- Frutos secos y lácteos: ofrezca frutos secos molidos antes de los cinco años y elija lácteos naturales, sin azúcar añadido.
Hábitos que potencian una buena alimentación
El impacto de la dieta va más allá del físico: influye en el desarrollo mental, el equilibrio hormonal y la inmunidad. Por eso, fomentar buenos hábitos desde la infancia es esencial:
- Involucre a los niños en la cocina: prepare recetas juntos y hable sobre los beneficios de los ingredientes.
- Sea un modelo a seguir: los niños imitan lo que ven, así que mantenga una alimentación saludable para inspirarlos.
- Haga del momento de comer una experiencia positiva: evite forzarlos a comer y ofrezca opciones saludables para que puedan elegir.
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Alternativas creativas para comidas saludables
Transformar recetas clásicas en versiones nutritivas puede ser un gran aliado. Cambie la base de una pizza por coliflor o zanahoria, y prepare pastas con salsas a base de verduras. ¿Postres? Las frutas frescas y deshidratadas pueden ser sus mejores aliadas.
En definitiva, alimentar a los más pequeños no solo es un acto de amor, sino también una inversión en su salud futura. Implementar una dieta rica en nutrientes, acompañada de buenos hábitos, puede marcar la diferencia en la reducción del riesgo de enfermedades graves como el cáncer. Recuerde: pequeños cambios hoy pueden ser la clave para un mañana lleno de bienestar.