Autoestima frágil: hablemos de los papás que les celebran todo a sus hijos
Porque mucho de lo que somos hoy es el resultado de lo que vivimos en la primera infancia, es fundamental sentar unas bases firmes a los pequeños. Dos expertas nos dan sus mejores recomendaciones para lograrlo.
Por Redacción Cromos
02 de noviembre de 2024
La educación en los niños es importante no solo por la frase de cajón que reza “ellos son el futuro”; más bien lo es porque lo que cualquier persona es en la actualidad es una construcción y resultado de las experiencias en la infancia. Ahí es donde radica el valor de construir esos valores en los hijos.
La autoestima es la manera en que un individuo se percibe a sí mismo, es decir, se refiere a los pensamientos y sentimientos que lo caracterizan. Esta se adecua a las perspectivas que tiene un infante, aunque también depende de las opiniones y expectativas que tienen los demás.
Esta información es para ti: “Me hubiera gustado perdonar la infidelidad de mi ex, a veces me arrepiento”
Cromos conversó con Laura Ospina, médica psiquiatra de niños y adolescentes, quien para empezar dio un poco de teoría útil para este tema relevante. Resulta que la autoestima se va desarrollando en etapas muy tempranas, incluso desde antes de nacer. Cuando ya ha nacido, el menor entra en una etapa de exploración y recogida, y según la doctora, es importante que sus padres o cuidadores (todas las personas significativas en su vida) lo acompañen en esta fase.
Sigue a Cromos en WhatsApp“Gran parte de la autoestima se forma en ese proceso de exploración y de cómo estas personas a su alrededor fomentan y apoyan el proceso de exploración bien sea para las consecuencias positivas como para las negativas”, explica Ospina. Básicamente lo que ella dice es que, a partir de ese acompañamiento, se van construyendo; si se trata de un fracaso, también es esencial ayudarle a regular esas emociones. Desde ahí parte una autoestima saludable.
La psiquiatra añade: “Cuando el niño va y explora el proceso de recogida hay que ayudarle a sintonizar sus emociones, y esto tiene una gran valía para la autoestima, porque el proceso de exploración guiado será el cimiento de la autoestima”.
¿Cómo construir una autoestima saludable en nuestros hijos?
Laura Ospina pone el ejemplo de los llamados papás “helicóptero”, que son esos padres muy ansiosos que no dejan que sus hijos exploren por el miedo a que sufran, se lastimen o les vaya mal. Es decir, son los parientes muy protectores, y en estos casos el resultado es un infante más inhibido, que le cuesta explorar, que no va a sentir la confianza para empezar tareas nuevas y que pueden convertirse en personas que seguramente sufrirán de ansiedad.
Entonces también es clave el reforzamiento positivo: “Si yo hago algo bien y tengo un incentivo a cambio, me felicitan, me aplauden, veo que la gente se alegra, esto hace que yo haga más veces esta conducta porque entiendo que tengo un refuerzo positivo, lo mismo que los refuerzos negativos, si hago una cosa y me castigan, o no me va tan bien o veo desaprobación, pues voy a tender a no hacerlo”, afirma la experta.
Lee Cromos: “Halloween sirve para explorar el género en un entorno creativo”: psicólogo
Hay que motivar a los hijos constantemente para que sean independientes y se den cuenta de que son lo suficientemente capaces para hacer las cosas bien y a solas. Además, los padres deben actuar como espejo, es decir, si el niño ve que su papá es temeroso, seguro el pequeño va a terminar adoptando esas actitudes y le costará explorar la desaprobación por parte de las figuras mayores.
Por su parte, Paloma Carvajalino, psicóloga clínica, magíster y especialista en trastornos emocionales, añade sobre la construcción de la autoestima en los niños: “En mi libro Lola y su rincón de emociones hablo de reconocer las emociones como parte de la vida diaria, cuando yo hago que mi hija se sienta cómoda frente a la frustración no significa que le guste o la gestione a las mil maravillas, porque es un proceso de aprendizaje a lo largo de la vida y cuesta mucho, pero cuando hago que mi hija se sienta cómoda frente a sentirse frustrada y cuando logro que comprenda que probablemente las cosas no siempre salen como yo quiera y que eso es parte natural del proceso de vida, eso es lo que me va a generar ese proceso de gestionar, me va a dar la tranquilidad de saber cómo conectarme, acercarme o relacionarme”.
Sobre cómo guiar a los niños a lidiar con los fracasos, Laura Ospina sugiere: “Les debemos enseñar desde muy chiquitos a tolerar la frustración, pero también el fracaso y los errores nos llevan a poder desarrollar otro tipo de habilidades y competencias, por ejemplo la resiliencia, que forma parte de haber pasado por algo difícil.
No te vayas sin antes leer: ¿Qué provoca la gastroenteritis? Vinicius Jr. se perdió una convocatoria por ella