Comunicar la pérdida de un ser querido a los hijos es uno de los momentos más complejos que los padres pueden enfrentar. La muerte no solo es un tema difícil de procesar, sino que también se convierte en una experiencia confusa y a veces aterradora para los pequeños, especialmente si la comunicación no es adecuada.
Los errores al comunicar una noticia tan delicada pueden generar ansiedad, miedo e incluso traumas que impactan su desarrollo emocional. Conocer qué evitar al momento de abordar esta noticia ayuda a mitigar posibles secuelas negativas y fomenta un ambiente seguro para la expresión de emociones.
Sigue a Cromos en WhatsAppEs importante recordar que los niños perciben el mundo de una manera diferente a los adultos, y su forma de asimilar la información varía de acuerdo con su edad y su experiencia previa. En este sentido, ciertos enfoques o frases que para un adulto pueden parecer inofensivas, en realidad pueden generar un impacto profundo en los menores.
Errores a evitar al comunicar una muerte a los hijos
A continuación, analizamos algunos errores que pueden agravar la situación y ofrecemos recomendaciones para transmitir esta noticia de la manera menos perjudicial posible para ellos:
1. No subestimar su capacidad de comprensión
Uno de los errores más comunes es considerar que, debido a su edad, los niños no entenderán lo que significa la muerte. Evitar hablar de la pérdida o “endulzar” excesivamente la situación puede causarles más confusión. Frases como “se fue a dormir” o “está de viaje” pueden darles una falsa esperanza o incluso desarrollar miedo a dormir o viajar, al no entender con claridad la realidad de la muerte. Lo recomendable es utilizar un lenguaje claro, adaptado a su edad, que permita que el niño comprenda lo sucedido sin falsas expectativas.
2. Evitar mostrar insensibilidad emocional
En algunos casos, los adultos prefieren controlar sus emociones frente a los hijos para dar una imagen de fortaleza. Sin embargo, esta reacción puede hacer que los niños se sientan confundidos o inhibidos en la expresión de sus propios sentimientos. Al ver a los padres reprimidos emocionalmente, los niños pueden pensar que mostrar tristeza está mal o que su dolor no es válido. Expresar emociones abiertamente, sin exagerar, permite a los niños sentirse seguros para exteriorizar su propio dolor y empezar a comprender que el duelo es una parte natural de la vida.
3. No presionar al niño a superar rápidamente la pérdida
Otra reacción perjudicial es intentar que el niño “pase página” rápidamente, ya sea para evitar el sufrimiento de verlo triste o para que recupere pronto su rutina. Frases como “ya pasó” o “deja de llorar” minimizan su dolor y pueden hacer que el niño sienta que su tristeza no es comprendida. Cada niño tiene su propio proceso de duelo y su propio ritmo para asimilar la situación. La mejor forma de acompañarlo es escuchar con atención, responder a sus preguntas y permitirle expresar sus emociones sin forzarlo a “seguir adelante”.
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Al comunicar una noticia tan delicada, como es la muerte de un ser querido, es vital recordar que cada niño es único en su proceso emocional y de comprensión. Evitar estos errores permite a los padres construir una comunicación empática y comprensible que guiará a sus hijos en la adaptación a esta nueva realidad sin generar miedo o confusión innecesarios.
En estos momentos, el acompañamiento genuino y la apertura para hablar de la muerte sin tabúes fortalecen los lazos y ayudan a que el niño aprenda a gestionar sus emociones con madurez y resiliencia.
*Contenido generado con asistencia de la IA.