En un mundo cada vez más complejo y desafiante, las habilidades socioemocionales se han convertido en un pilar esencial para el desarrollo integral de niños y adolescentes.
Es fundamental fomentar la inteligencia emocional desde el hogar y compartir estrategias prácticas también con los padres interesados en promover esta dimensión en sus hijos.
Sigue a Cromos en WhatsApp¿Cómo ayudar a nuestros hijos a controlar sus emociones?
La educación socioemocional enseña a los niños a reconocer, comprender y gestionar sus emociones, al tiempo que desarrollan habilidades clave como la empatía, la comunicación efectiva y la resolución de conflictos.
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Según expertos de Innova Schools, estas habilidades no solo enriquecen sus relaciones personales y familiares, sino que también son fundamentales para el éxito académico, profesional y social.
“La capacidad de manejar emociones y establecer relaciones saludables no es innata; se aprende y, como padres, tenemos la oportunidad de ser los primeros educadores en este aspecto”, afirmó Natalia Pava, Coordinadora de Bienestar Estudiantil de la institución.
Mirando hacia el futuro, la educación socioemocional será tan indispensable como las materias o asignaturas que hoy conforman el currículo tradicional.
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En un mundo cada vez más interconectado y dinámico, habilidades como la empatía, la resiliencia y la colaboración serán la clave para resolver problemas complejos, trabajar cooperativamente y en equipo, así como adaptarse a los constantes cambios de la vida.
Estas son las estrategias para incentivar la educación socioemocional en el hogar, que propone Innova Schools:
- Modelar comportamientos positivos: los niños aprenden principalmente a través del ejemplo. Mostrar empatía, gestionar conflictos de manera respetuosa y expresar emociones con claridad no solo enseña, sino que inspira. Ser un modelo coherente genera un impacto duradero en sus habilidades sociales.
- Cultivar un entorno de diálogo abierto: las conversaciones sinceras y regulares sobre emociones ayudan a los niños a desarrollar su autoconciencia y comunicación. Preguntas simples pero poderosas como “¿Qué fue lo mejor de tu día?” o “¿Cómo resolviste ese problema?” promueven la reflexión y fortalecen el vínculo familiar.
- Facilitar la resolución autónoma de problemas: guiar a los niños para que identifiquen y prueben sus propias soluciones ante desafíos fomenta su autonomía, adaptabilidad y responsabilidad emocional. Evitar resolver todo por ellos les permite desarrollar mayor confianza en sus capacidades.
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- Practicar la gratitud y la autorreflexión: incorporar pequeños rituales como compartir aspectos positivos del día o lecciones aprendidas fomenta una mentalidad resiliente y una visión optimista ante la vida.
- Integrar la educación socioemocional en las actividades diarias: actividades como juegos de rol, lectura de cuentos que aborden emociones o valores, y prácticas como mindfulness son herramientas sencillas y efectivas para que los niños exploren sus emociones de forma creativa y significativa.