Crianza: 3 maneras de poner límites a tu hijo sin golpes o castigos

A medida que pasan los años y la sociedad va evolucionando muchas ideas van quedando obsoletas, por lo que se ha creado mucha más conciencia en áreas como la igualdad de género, la erradicación de todas las formas de violencia y la crianza respetuosa.

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Esta última busca derrumbar ideas y acciones que se han perpetuado por generaciones, especialmente en cuanto a la manera de disciplinar y castigar a los hijos, dejando atrás los gritos, golpes y reduce al máximo las heridas emocionales.

La importancia de los límites en la crianza respetuosa

La educación o crianza debe ser sana y respetuosa siempre; el objetivo debe ser que los pequeños se sientan amados y apoyados, pero entendiendo sobre normas, reglas y límites para saber cómo actuar y relacionarse con otras personas.

Con los niños debemos ser muy claros, para enseñarles hasta dónde es “Sí” y hasta dónde “No”, todo esto sin gritos, castigos o regaños.

Nuestros hijos necesitan aprender hábitos, valores sociales y convivencia, entendiendo cómo funciona la toma de decisiones, la causa y efecto, responsabilidades y respeto.

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Técnicas para enseñar límites a tus hijos

Por esto traemos 3 técnicas para enseñar a los niños a poner límites con amor, tolerancia, disciplina y compromiso, sin gritos ni castigos.

Comprender cómo funcionan los límites y acostumbrarse a respetarlos va moldeando su comportamiento, aprenden a gestionar sus emociones y se incentiva a la resolución de problemas.

1. Brinda alternativas

Una primera técnica es presentarles una opción o alternativa a la conducta que desees modificar.

Si tu hijo está haciendo algo que no es debido, en vez de regañarlo o imponer una prohibición, preséntale otra forma de hacer las cosas, así no se sentirán señalados por estar haciendo algo mal, sino que entenderán que hay más y mejores maneras de hacer las cosas.

Por ejemplo, en lugar de decirle ‘No puedes jugar ni acercarte a esto’, explícales qué sí pueden usar para jugar y ofréceles un juguete a cambio del objeto que haya llamado su interés.

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2. Explícale la situación

Cuando estamos creando límites es mucho más favorable que los niños entiendan en lugar de hacer caso por temor a un castigo. Si les explicas, acorde a la edad de cada niño, por qué existe cierta regla, cuál es su importancia y las consecuencias de no seguir esas normas, la conducta en el futuro será completamente distinta.

Con los niños ya no funciona solo decir “No”, sino mejor explicar “Por qué no”, así tus hijos irán comprendiendo las normas de convivencia y de conducta, creando su propio juicio, no solo por querer evitar una respuesta negativa de tu parte.

3. Tabla de colores

Otra alternativa para ir trabajando en la conducta de tus hijos y el respeto por los límites es implementar una tabla de colores, en la que se marque día a día si el niño se portado bien o mal.

Juntos pueden crear el sistema de cómo funcionará esta tabla, por ejemplo, usando verde para los días positivos, amarillo para los días neutrales y rojo para los negativos, de acuerdo con su comportamiento y si se cumplió o no con los límites de la casa.

Este tipo de sistemas son reforzadores visuales para ayudar a los niños a dimensionar las cosas, ser más conscientes de su comportamiento, ver qué tanto están cumpliendo el objetivo y a la vez sentirse motivados a plantearse metas y mejorar.

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