Como papás siempre querremos que nuestros hijos tengan buenos resultados en todo lo que hagan, especialmente si se trata del estudio, por lo que es natural que en muchas ocasiones “metamos mano” para querer brindarles apoyo y un empujoncito.
Por esto, es muy común que luego del colegio la tarde de tareas no sea solo para los niños sino también para los papás. En pocas semanas volvemos a convertirnos en expertos en matemáticas, biología y sociales para que nuestros hijos destaquen con sus trabajos.
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Sin embargo, es importante reconocer hasta qué punto es sano que nosotros influyamos en este desarrollo y dejarlos seguir solos. Por eso, te contamos hasta qué edad deberías ayudar a tus hijos a hacer la tarea.
¿Debemos ayudar a los niños a hacer tareas?
Crianza: ¿Hasta qué edad los padres deben ayudar a sus hijos a hacer la tarea?
Primero es clave destacar que el proceso de aprendizaje y educación de nuestros niños no solo es responsabilidad del jardín o colegio, sino que nosotros como papás también debemos ser partícipes, tanto para ayudarlos como para identificar si hay alguna falencia y así reforzarla.
Además, ayudar a nuestros hijos a trabajar en encontrar la solución a sus responsabilidades les irá enseñando a resolver las situaciones que la vida les presente haciendo cara y buscando opciones.
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Partiendo de esto, es positivo que los padres acompañen e incluso ayuden a los niños pequeños a hacer sus tareas, pero, con el fin de incentivar su autonomía y para que desarrollen la capacidad de solucionar por sus propios medios, existe un punto en el que los papás deben dejarlos seguir solos.
Se calcula que la edad ideal para dejar a los niños que hagan sus tareas solos es alrededor de los 7-8 años (aproximadamente cuando estén cursando primero o segundo de primaria) y desde allí ir soltándolos, hasta que sean capaces de hacerlas solos.
Esto no quiere decir que aquí finalice la responsabilidad de los papás y cuidadores, sino que desde ese momento empiezan a tener un rol más pasivo, en el que estarán supervisando y dispuestos a contestar preguntas, pero dejando la mayor parte a los niños.
A medida que va aumentando la dificultad de los aprendizajes es posible que tus hijos busquen apoyarse en ti, ya que eres su figura máxima de conocimiento y soluciones, pero no debemos caer en hacerles todo, sino solo en acompañar y asesorar.
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