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"Un resfriado es autolimitado y los pacientes mejorarán solos en una semana o dos sin la necesidad de medicamentos. Los fármacos de venta libre pueden aliviar los síntomas de los niños más grandes, pero no cambian el progreso natural del resfriado ni hacen que desaparezca antes". Estas son las declaraciones de Amy Taylor, funcionaria médica de la división de salud pediátrica y materna de la Dirección de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), que hace poco hizo público un comunicado en el que alertó sobre la necesidad de tomar precauciones frente al uso de los antigripales, especialmente en niños menores de dos años.
La razón: este tipo de medicamentos pueden tener efectos secundarios a los que los bebés son más propensos y la mejor manera de enfrentar este tipo de enfermedades es mediante un cuidado adecuado, sin dejar de considerar que ante síntomas alarmantes hay que recurrir a ayuda médica, según el comunicado.
Sigue a Cromos en WhatsApp"Los resfriados y la gripa son infecciones que llegan solas y se van solas y no van a modificarse con los tratamientos o fármacos que comúnmente se utilizan", explicó el pediatra puericultor Juan Fernando Gómez, expresidente de la Asociación Colombiana de Pediatría, quien coincidió rotundamente con las observaciones develadas en el informe de la FDA.
Gómez añadió que la utilización de un medicamento requiere pensar en la relación de costos y beneficios y que para el caso específico de los antigripales los riesgos son mayores.
"Los decongestionantes pueden alterar la frecuencia cardíaca, medicamentos para combatir la fiebre llegan a ser gastroagresivos e incluso ocasionar daños a nivel renal, y aquellos utilizados para la tos pueden ocasionar el efecto contrario, ya que expectorar es lo que permite sacar las secreciones que están en el sistema respiratorio".
El informe pretende brindar a los padres consejos sobre cómo afrontar complicaciones médicas y hace énfasis en que la edad juega un papel fundamental.
"Ante el primer síntoma de enfermedad en un bebé menor de tres meses, recurrir a un pediatra es importante", señaló Taylor. Pero también reiteró la necesidad de ser conscientes en que los medicamentos no siempre son lo más indicado, más aún si se reconoce que sólo pueden ayudar a sobrellevar algunos de los síntomas, pero no eliminan el virus, que estará en el cuerpo alrededor de 10 días.
Si bien es cierto que en los menores se debe tener especial precaución con el uso de antigripales, estos fármacos deben regularse para toda la población.
"Aunque los adultos tengan mayor tolerancia, los medicamentos pueden desencadenar complicaciones", explicó Gómez.