Todas las responsabilidades que tenemos como papás, incluyendo el cuidado de los niños, el trabajo y los quehaceres del hogar, hace que haya momentos de caos es que tener la casa “al día” sea casi imposible.
Una de las claves para que te alcance el tiempo para todo es repartir las tareas domésticas entre todos los integrantes de la familia, incluyendo a los niños. Además, es una excelente manera de pasar tiempo juntos y hacer a los más pequeños cada vez más conscientes sobre las responsabilidades del hogar a las que todos debemos aportar.
Sigue a Cromos en WhatsAppTe invitamos a leer más contenidos como este aquí.
Lee también: Los niños que ayudan en las tareas del hogar son más exitosos
Existen ciertos deberes diarios en la que nuestros hijos pueden participar, aún desde muy pequeños, e ir aportando cada vez más a que la casa esté ordenada y todo funcione de la mejor manera.
Tareas del hogar que pueden hacer los niños
Así puedes enseñar a tu hijo a ayudar en los quehaceres del hogar
De 2 a 3 años
Aunque a esta edad los niños son pequeños para realizar tareas domésticas complicadas, ya pueden empezar a ayudar en algunas actividades sencillas. Así poco a poco se irán acostumbrando a participar en que la casa esté en orden.
Te dejamos algunos ejemplos de tareas que pueden hacer:
- Llevar su ropa sucia a su lugar (sea una cesta o en el lugar de lavado)
- Recoger sus juguetes
- Tirar la basura
- Regar plantas
- Comer solo y llevar los platos a la cocina (solo si son de plástico para evitar accidentes)
Recomendado: Crianza: Así puedes enseñar a tu hijo a ayudar en los quehaceres del hogar
De 4 a 6 años
Para este momento los niños tienen más altura y fuerza, y son más conscientes de lo que los rodea, por lo que es natural que quieran empezar a ser más autónomos.
Estos son algunos ejemplos de posibles tareas:
- Escoger su ropa y vestirse solos
- Ayudar a poner y recoger la mesa (pasar los cubiertos, vasos, servilletas, etc.)
- Lavar los platos, siempre que no sean de cerámica, vidrio o cualquier material que se rompa fácilmente
- Quitar el polvo de su habitación
- Guardar sus juguetes
De 7 a 10 años
Cuando llegan a esta edad los niños ya pueden llevar a cabo tareas más complejas, aunque aún pueden necesitar supervisión adulta en ciertas actividades. Estos son algunos ejemplos de tareas para su edad:
- Tender la cama
- Barrer y trapear el suelo
- Doblar la ropa y guardarla en el closet
- Ayudar en la preparación de platos sencillos con supervisión: sándwiches, ensaladas, pasta, etc.
- Preparar su maleta y su uniforme para el colegio
- Levantarse solo en la mañana
Te puede interesar leer: Crianza: 5 cosas que no debes prohibir a tu hijo para fomentar su desarrollo
De 10 a 12 años
En esta etapa los niños son completamente conscientes de lo que les rodea, las responsabilidades de la casa y son mucho más independientes. Además, es aquí cuando empiezan a tener sus gustos y preferencias mucho más definidas.
Por esto, deben comenzar a ayudar en algunas tareas con más responsabilidad y autonomía, como cocinar, bañarse solos, encargarse de la mascota o cargar la lavadora. Estos son algunos ejemplos:
- Pasear al perro
- Cuidar de un hermano más pequeño (estando los papás también en casa)
- Poner a funcionar la lavadora y después colgar la ropa
- Limpiar su habitación: polvo, cama, ventanas, armario…
Más de 12 años
Desde los 12 años los niños ya son capaces de desarrollar todo tipo de tareas, por lo que generalmente ya son casi en un 100% autónomos e independientes. A todas las tareas que hemos mencionado antes, le puedes incluir también estas responsabilidades:
- Sacar la basura
- Hacer costuras sencillas, como coser botones o cerrar un hueco
- Hacer mandados pequeños, como comprar el pan o la leche
- Limpiar habitaciones más grandes como la sala o la terraza
- Ayudar a los hermanos menores en sus tareas del colegio o apoyarlos en sus quehaceres
Lee también: Crianza: 7 claves para plantear los límites con tu hijo, según los expertos
Aquí enumeramos algunas de las tareas adecuadas según su edad y a medida que vayan creciendo se deberán ir sumando nuevas responsabilidades, no sustituirlas. Debes enseñarles a tus hijos que cada vez realizarán más tareas y que tendrán que ir ayudando en más aspectos de la casa.
