En 2025 se marca el comienzo de la Generación Beta, una etapa que sucederá a la Generación Alfa y abarcará hasta 2039. Estos nuevos ciudadanos del mundo serán moldeados por avances tecnológicos sin precedentes, un enfoque más consciente en la sostenibilidad y una integración plena de la inteligencia artificial en la vida cotidiana.
Según el demógrafo Mark McCrindle, esta generación será testigo de cambios tan profundos que podrían redefinir la historia mundial. ¿Cómo serán los niños de esta nueva era? ¿Qué desafíos y oportunidades les esperan?
Sigue a Cromos en WhatsAppUn mundo sin barreras entre lo digital y lo físico
Los niños Beta no solo crecerán rodeados de tecnología; serán parte activa de un entorno donde las fronteras entre lo digital y lo físico se difuminan. Según McCrindle, la personalización será un pilar fundamental: los algoritmos de IA moldearán desde su aprendizaje hasta sus interacciones sociales.
En la escuela, no será raro que los maestros sean reemplazados o complementados por asistentes de inteligencia artificial capaces de adaptarse a las necesidades específicas de cada alumno.
La atención médica también verá una revolución, con diagnósticos y tratamientos basados en datos en tiempo real. Incluso el entretenimiento será más inmersivo, con experiencias personalizadas que conectarán a las personas en formas nunca vistas.
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Padres millennials y su impacto en los Beta
Muchos de los padres de esta generación serán millennials, una cohorte marcada por la adaptabilidad y la sostenibilidad. Estos valores se trasladarán a la crianza, promoviendo una mentalidad colaborativa y una conciencia ecológica desde la infancia. Esta crianza consciente, unida a un entorno donde la tecnología será parte esencial de la vida, podría formar individuos más empáticos y responsables.
Sin embargo, la Generación Beta no estará exenta de retos. Enfrentarán los efectos del cambio climático y el crecimiento acelerado de las ciudades, lo que requerirá soluciones innovadoras para garantizar la sostenibilidad. Asimismo, la automatización y la IA traerán interrogantes sobre la privacidad, el empleo y las interacciones humanas auténticas.
Por último, es importante destacar que con una esperanza de vida mayor, muchos miembros de esta generación podrán llegar a ver los inicios del siglo XXII. Esto les permitirá ser testigos de un mundo que ellos mismos ayudarán a construir, impulsados por valores globales y tecnológicos.