Riesgos físicos y mentales de poner almohadas a los bebés: va más allá de ahogarse
Aunque el mayor riesgo de que un bebé duerma sobre una almohada es la posibilidad de ahogarse, lo cierto es que las amenazas van mucho más allá. Aún si el bebé nunca sufre un ahogamiento, una mala postura causada por la almohada puede derivar en graves problemas físicos y mentales para el resto de su vida.
Por Redacción Cromos
24 de octubre de 2024
El uso de almohadas en bebés es un tema que ha generado preocupación entre pediatras y expertos en cuidado infantil debido a los riesgos que conlleva.
Aunque algunas personas piensan que una almohada puede brindar comodidad al bebé, lo cierto es que su uso inadecuado puede tener graves consecuencias para la salud del pequeño, especialmente durante los primeros años de vida.
Riesgos de usar almohadas en bebés
Uno de los principales peligros de utilizar almohadas para bebés es el aumento en el riesgo de sufrir el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL). Los bebés, al tener menor control sobre sus movimientos y vías respiratorias, pueden obstruir su respiración al girar accidentalmente sobre una almohada, lo que genera un escenario peligroso durante el sueño. Este es uno de los motivos por los que los pediatras recomiendan evitar cualquier tipo de accesorio adicional en la cuna durante los primeros meses de vida.
Además, la proporción entre la cabeza y el cuello de un bebé no es la misma que en los adultos. El uso de almohadas puede generar una postura inadecuada, con el cuello del bebé en una posición forzada, lo que puede provocar lesiones cervicales. Es crucial que el bebé duerma en una superficie firme y plana para garantizar el correcto desarrollo de su columna vertebral.
Sigue a Cromos en WhatsApp¿A qué edad pueden usar almohadas los bebés?
Los expertos en salud infantil coinciden en que las almohadas no deben ser introducidas en la rutina de sueño de un niño antes de los dos años. Esto se debe a que, a partir de esta edad, el cuerpo del niño ha alcanzado un mayor control postural y puede cambiar de posición durante el sueño de forma más segura. Hasta ese momento, es preferible que los bebés duerman sin almohada para evitar accidentes como el sofocamiento.
Sin almohadas: esa es la recomendación de expertos para el correcto sueño del bebé.
Sumado a esto, los expertos aseguran que los bebés que duermen con la cabeza elevada de manera constante antes de los dos años pueden desarrollar problemas respiratorios o digestivos, como reflujo, ya que la posición afecta el paso normal de los alimentos por el tracto digestivo.
Además, la alineación incorrecta del cuerpo durante el sueño puede tener repercusiones en el desarrollo físico del bebé, generando incomodidades que afecten su calidad de sueño y, en consecuencia, su desarrollo cognitivo y emocional.
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Por esto, aunque las almohadas pueden parecer inofensivas, su uso en bebés puede ser peligroso y no se recomienda hasta que el niño tenga la edad necesaria para moverse durante el sueño sin riesgo alguno para su vida.
Durante los primeros meses, es fundamental garantizar un entorno de sueño seguro, libre de accesorios que puedan interferir con la respiración y el desarrollo físico del bebé. Siempre es aconsejable consultar con un pediatra antes de introducir cualquier cambio en la rutina de sueño del niño.
*Contenido generado con asistencia de la IA.