A través de sus redes sociales, la presentadora Carolina Cruz ha compartido grandes momentos de su vida y la de sus hijos, por lo que sus seguidores están atentos a todo lo que sucede con la valle caucana.
Tras su separación con Lincoln Palomeque, con quien tuvo una relación de más de 14 años, la presentadora se ha volcado al cuidado de sus dos hijos: Matías y Salvador. Por este motivo, las redes de Cruz están llenas de las experiencias que han vivido los 3.
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El recuerdo más reciente que compartió Carolina está relacionado con su hijo menor, Salvador, quien a sus escasos 18 meses de vida ha tenido que enfrentar fuertes batallas de salud.
Junto a algunas fotos de lo que fue su hospitalización, Carolina relató que hace un año estaban esperando que Salvador ingresara a su primera cirugía por su macrocefalia, poniendo en manos de Dios y los doctores la vida de su bebé.
“Hoy, hace exactamente un año estábamos en la Fundación Santafé de Bogotá esperando para tu primera cirugía por una macrocefalia que se generó a tus 3 meses, por no eliminar el líquido cefalorraquídeo que producimos diariamente los seres humanos”, escribió la presentadora.
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¿Qué es la macrocefalia?
La macrocefalia es el término médico que se utiliza para hacer referencia a un perímetro cefálico (medida de la circunferencia del cráneo) mayor al normal para la edad del bebé. En pocas palabras, es un trastorno del crecimiento craneal del bebé, que se traduce en que tenga la cabeza más grande de lo normal.
La doctora María Teresa Romero Rubio explica que, dependiendo de las causas, la macrocefalia puede tener buen pronóstico, o interferir en el neurodesarrollo del niño.
Para medir correctamente el perímetro del cráneo se debe utilizar una cinta métrica rodeando la cabeza por su parte más ancha, es decir, desde la frente, por encima de las orejas, hacia la región occipital o coronilla.
El perímetro craneal es una de las mediciones que se hace habitualmente al bebé en las ecografías del embarazo. Cuando el bebé nace, se registra el valor del perímetro craneal al nacimiento y se mide en cada una de las revisiones de salud, hasta los 2 años, para poder hacer un seguimiento del ritmo de crecimiento y si hay algo fuera de lo normal.
Esta medida es un indicador indirecto del correcto desarrollo cerebral del bebé, por lo que una desviación por encima de los valores normales (tener macrocefalia) puede indicar que algo no se está desarrollando adecuadamente, por distintos motivos.
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¿Por qué se da la macrocefalia?
Dentro de la macrocefalia existen diferentes tipos, basado en el momento en que inicia, si la curva de crecimiento aumenta o se mantiene estable, etc. Sin embargo, la categoría que suele ser más preocupante y que requiere intervención médica rápida es la macrocefalia evolutiva.
En este caso, la curva de crecimiento puede darse después de varios meses de indicadores normales, mostrando repentinamente una medida superior al promedio que venía presentando. Sus causas pueden ser dos principales: por líquido en su interior o por patología ósea.
Las macrocefalias producidas por un aumento del tamaño del cerebro o del líquido que alberga en su interior (llamado líquido cefalorraquídeo). En este caso se identifica si se trata de hidrocefalia (por la obstrucción en alguno de los conductos por donde circula el líquido cefalorraquídeo que este se acumula en algunas áreas) o si hay lesiones ocupantes de espacio, como hemorragias, malformaciones arteriovenosas, tumores, entre otros.
En el caso de ser producida por patología ósea existe alguna afectación de los huesos del cráneo, como acondroplasia (enanismo), osteogénesis imperfecta (defectos en la formación de los huesos del cráneo) o craneosinostosis.