La maternidad ha sido un tema ampliamente debatido entre aquellos que defienden su origen biológico y quienes consideran que es una construcción social. Mientras algunas personas sostienen que el instinto materno es inherente a las mujeres, estudios recientes sugieren que no siempre es así.
En la actualidad, la maternidad se percibe cada vez más como una decisión consciente, influenciada por factores personales, sociales y culturales.
Sigue a Cromos en WhatsAppSegún la psicóloga Lilian María Moreno Charry, “la maternidad debe ser una decisión a conciencia, que se vincule con tu proyecto de vida, con lo que deseas ser y hacer por el resto de tu vida, porque es un compromiso para siempre”. Esta afirmación refleja una visión moderna de la maternidad, donde la elección de ser madre no está determinada por el instinto biológico, sino por una serie de factores que involucran tanto el deseo personal como el contexto social.
El mito del instinto materno
El concepto del “instinto materno” ha sido ampliamente cuestionado por sociólogas y psicólogas feministas, como Simone de Beauvoir, quien afirmó que la maternidad no es un destino inevitable para las mujeres. En su lugar, es una construcción social que la sociedad ha inculcado a las mujeres desde la infancia. Esta teoría propone que, más allá de un instinto innato, la maternidad es una expectativa cultural y social, que presiona a las mujeres a asumir el rol de madres.
Así, durante siglos, la sociedad ha sostenido que el amor maternal es incondicional y natural en todas las mujeres, lo que ha generado una imagen de la “buena madre” como un ideal inalcanzable. Sin embargo, investigaciones recientes muestran que este amor es influido por las experiencias personales y las creencias culturales.
¿Instinto o decisión?
Para algunas mujeres, el deseo de ser madre puede parecer algo natural y biológico, pero para otras, la maternidad no está en sus planes de vida. En países como España, más del 20% de las parejas deciden no tener hijos, y esta decisión suele estar influenciada por factores como el bienestar personal, la estabilidad financiera y la calidad de vida(
El debate sobre si la maternidad es un instinto o una decisión se intensifica cuando se analizan las razones detrás de las elecciones de las mujeres. Por un lado, las mujeres que deciden ser madres pueden sentir una inclinación biológica o un fuerte amor por los niños. Por otro lado, aquellas que deciden no tener hijos lo hacen debido a motivaciones muy diferentes, como la autonomía personal, el deseo de enfocarse en sus carreras o la falta de afinidad con la maternidad.
Como indica Moreno Charry, “ser mamá es una decisión en tu proceso, no es por presión social, no es por presión familiar o de tu pareja. Debe ser tu decisión”.
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El rol de la sociedad
Por último, es importante recordar que la sociedad también juega un papel crucial en este tema. Para varios expertos, el mito del instinto materno, desde una perspectiva cultural, ha sido utilizado para justificar la subordinación de las mujeres. La maternidad, vista como un rol obligatorio y natural para las mujeres, podría limitar sus opciones en otros aspectos de la vida, como el desarrollo profesional o la participación pública
De hecho, esta presión social ha llevado a muchas mujeres a asumir la maternidad como una obligación más que como una elección.
Por esto, Moreno destaca que la decisión de ser madre “debe ser bien tomada y acompañada”. Es fundamental que las mujeres reciban apoyo para tomar decisiones informadas y conscientes sobre su maternidad, en lugar de ceder ante presiones externas.