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Una nueva época escolar ha comenzado para muchos niños, pero con la misma incertidumbre por parte de los padres por la aún fastidiosa, peligrosa y cercana presencia del COVID-19 en sus vidas y en las de sus hijos.
Libros, cuadernos, esferos, colores, tajalápiz, escuadras, plantillas y un largo etcétera, forman parte de la lista de útiles escolares que han tenido que adquirir. Pero para quienes han decidido que sus pequeños sigan el modelo de alternancia (combinación entre estudio en casa y presencial en el centro educativo) y su retorno a clases sea seguro, hay uno que se suma y que en esta época es esencial: el tapabocas o mascarilla.
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¿Pero qué cuidados deben tener tú y tu hijo para que su uso sea adecuado y tenga menos riesgos de infectarse o de contagiar a sus compañeritos y docentes? Diferentes organismos e instituciones prestigiosas y especializadas como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Academia Americana de Pediatría (AAP), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CCP), han dado lineamientos claros que te compartimos.
Para los niños es recomendable el tapabocas de tela, que aunque es reutilizable, debes lavarlo todos los días con agua caliente y jabón, dejándolo secar completamente y en un lugar seguro y aireado para que no se contamine.
Cuando no estés cerca de tu hijo, pídele que lo mantenga en una bolsa limpia de tela o hermética.
La mascarilla quirúrgica se aconseja para niños en condiciones de alto riesgo, con enfermedades crónicas o con dificultades de salud, como cáncer, fibrosis quística, asma, diabetes, enfermedad renal, displasia broncopulmonar o respuesta inmunológica débil, entre otras.
Este tipo de tapabocas es de un solo uso, debe cambiarse cada 4 o 6 horas y desecharse inmediatamente, o antes si se ha humedecido o ensuciado. Los tapabocas N95 o con filtro de protección (exclusivos para personal de salud) y los que tienen válvula no son indicados para los pequeños.
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En cualquier caso y por riesgo de asfixia, no es aconsejable el uso de mascarillas en menores de 2 años, pero en niños de más edad es conveniente si hay acompañamiento continuo de un adulto que sepa bien cómo se manejan. Cerciórate de que el tapabocas sea del tamaño apropiado para él, ergonómico, con tiras elásticas que permitan un ajuste adecuado pero cómodo, con tela hipoalergénica, transpirable, buena capacidad de filtración, de 2 o 3 capas, con sujetador nasal y que cubra nariz, boca y barbilla. A continuación te ofrecemos otras sugerencias que serán de gran relevancia para tu hijo.
Insístele en el lavado.
Es primordial que antes y después de usar el tapabocas se limpie muy bien las manos con agua y jabón de 20 a 60 segundos; si no tiene a la mano estos elementos, el gel antibacterial es otra opción válida y efectiva.
Recuérdale cómo ponérselo y quitárselo.
Enséñale cómo usar el tapabocas después de lavarse y secarse las manos. Dile que hay que cogerlo solo de las tirillas elásticas o cordones, estirarlos hacia cada oreja hasta que queden sujetados detrás de ellas y luego situar y ajustar la cubierta de tela sobre boca y nariz, sin tocar nunca la parte que cubre estos órganos. Reitérale que una vez se lo quite lo deje en la bolsa o lo bote en la basura si no es reutilizable y de nuevo se lave las manos.
Motívalo para que lo use siempre.
Sobre todo en espacios cerrados como el salón o baños y en zonas al aire libre cuando no haya distancia de mínimo 2 metros. Indícale que a la hora de almuerzo o merienda debe quitárselo con cuidado, guardarlo en la bolsa y volver a ponérselo o emplear uno nuevo tan pronto termine de comer. Mientras hace ejercicios o practica algún deporte, no es recomendable que lo tenga puesto para que no afecte su respiración, pero sí es pertinente aconsejarle que en esos momentos se mantenga alejado de sus compañeritos y profesores.
Sé buen modelo.
El manejo y acostumbramiento de tu hijo al tapabocas será más sencillo si eres ejemplo para él. Quiere decir que en casa debes manipularlo adecuadamente, tenerlo puesto si hay visitas o estás cerca a otro integrante de la familia, no tocarlo por el lado que recubre la cara sino por las tirillas, ni guardarlo en un bolsillo, dejarlo por debajo de la nariz ni en la cabeza, jugar con él o mantenerlo fuera de la bolsa o sobre cualquier superficie mientras no lo usas.
Para casos especiales.
Si tu pequeño tiene problemas de discapacidad, cognitivos, respiratorios o alguna enfermedad o afección compleja, consulta con el especialista sobre la conveniencia de usar mascarilla o de enviarlo al jardín o al colegio, y el tipo de precauciones que debes tener.
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Permanece atenta a secuelas.
El uso de tapabocas por tiempo prolongado es novedoso para tu hijo, y es posible que por tener una piel frágil aparezcan algunas reacciones cutáneas en su rostro. Si le notas erupciones, brotes, alergia, irritación, eccema, dermatitis u otras dificultades, no dudes en consultarlas con un pediatra o dermatólogo. Es importante que al bañarse la cara utilice jabones suaves sin perfumes ni sustancias químicas muy concentradas y que se aplique crema hidratante especial para niños.
Juega con la creatividad.
Es probable que al principio tu pequeño no se adapte con facilidad a usar tapabocas o que le dé miedo, pero con imaginación puedes facilitar el proceso: experimenta con mascarillas de diseños infantiles y colores llamativos, ejemplariza poniéndoselo a un muñeco de su agrado, adórnalo, muéstrale videos o fotos de otros niños utilizándolos, etc.