Parto humanizado: 5 características que debes tener en cuenta

Aunque el nacimiento de un bebé en la mayoría de los casos sucede en el momento en que él o ella lo deciden, y cada parto es distinto, según como vayan fluyendo las cosas, sí hay diferentes factores que pueden estar bajo nuestro control y que pueden hacer la diferencia en esta experiencia.

Físicamente, un parto es un suceso fuerte, con demasiados cambios, procesos que soportará tu cuerpo de manera indescriptible y sensaciones particulares en cada mujer, por lo que cualquier ayuda que puedas tener, será bien recibida.

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Por esto, en los últimos años ha ido tomando más fuerza el término de “Parto humanizado”, tendencia que busca que esta experiencia sea la mejor tanto para el bebé como para la mamá, evitando sufrimientos innecesarios y el respeto de los deseos de la familia.

En muchas ocasiones (especialmente en el caso de los papás primerizos) permitimos que se tomen ciertas decisiones sobre la manera en que se lleva el parto, basado en el concepto médico, dando por sentado que es la única alternativa, pero no es así. Por ejemplo, un “parto no humanizado” sería en el que se lleva a la mujer a una cesárea innecesaria para ahorrar tiempo.

Características que debes tener en cuenta en un parto humanizado

Dentro del parto humanizado se busca crear un ambiente de tranquilidad, apoyando a la mamá en sus capacidades de dar a luz de manera natural, bajo las condiciones que ella desee (por ejemplo, el uso o no de analgésicos) y de cuidado del bebé.

Uno de los factores que destacan muchas madres del parto humanizado es que se permite el acompañamiento de las personas que ella desee durante la labor, como su pareja, su madre o una dula.

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Todo esto sumado genera que la mamá esté en paz, reduciendo estrés innecesario, lo que se puede traducir en mejor manejo del dolor y bienestar emocional para el bebé.

Estas son 5 características que debes tener en cuenta para llevar un parto humanizado:

1. Pregunta todo lo que desees: no tengas miedo de hacer preguntas incomodas o aparentemente insignificantes a los médicos y personal de la salud que harán parte de tu parto. Aclarar todas tus dudas, conocer a detalle los servicios y opciones que tendrás y comprender todo lo que podría suceder es un paso clave para crear tu plan de parto.
2. Tómate tu tiempo para elegir al médico: según las posibilidades que te ofrezca tu proveedor de salud, aprovecha las consultas prenatales para seleccionar al doctor que te acompañará el día de tu parto y con quien puedas planificar tu “plan de parto” y compartirle tus expectativas.
3. Conoce el lugar antes del parto: familiarizarse con la infraestructura puede ser de gran ayuda para planificar el parto. Por ejemplo, al dar una visita al lugar en el que estarás podrías identificar si quieres llevar música, una pelota, si hay espacio para tu acompañante o si debes llevar una silla, etc.
4. Puedes optar por tener una dula o partera tradicional: tener a alguien de confianza que cumpla el rol de asistir a la mujer o a la pareja antes, durante y después del parto con asesoramiento no médico en los aspectos mentales, emocionales y logísticos puede aliviar en gran medida el estrés, la ansiedad o inseguridad que exista.
5. El plan puede cambiar por el camino: aunque durante la planeación hayas definido qué cosas deseas y qué otras no, se vale cambiar de parecer en el proceso, si esto te ayudará. Por ejemplo, si habías decidido tener un parto libre de fármacos, pero ese día prefieres recibir la epidural, no hay problema. Tu bienestar es lo primero.

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La clave en todo este proceso es informarse y tomar un rol activo en la planeación, para hacer de tu experiencia lo más cercano posible a tus expectativas, por lo tanto, tener un parto humanizado no solo es tu derecho sino tu responsabilidad.