Plantas tóxicas para bebés: ¿qué hacer si mi hijo las come?

La naturaleza nos ofrece una variedad de plantas que embellecen los hogares y jardines, aportando vida y color a nuestros espacios. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las plantas son seguras, especialmente para los más pequeños de la casa.

Algunas plantas, aunque hermosas a la vista, pueden ser peligrosas si se ingieren o se tocan, ya que contienen sustancias tóxicas que pueden causar reacciones adversas.

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Estas son las plantas más tóxicas para los bebés

Entre las plantas más comunes que pueden ser tóxicas para los bebés encontramos:

• azaleas.
• caladium.
• narcisos.
• oreja de elefante.
• bayas de acebo.
• jacinto.
• lantana.
• muérdago.
• adelfa.
• filodendro.
• rananculus.
• glicinas.

Aunque la mayoría de estas plantas tienen que ser ingeridas en grandes cantidades para provocar lesiones graves, es mejor prevenir cualquier contacto con ellas.

¿Cómo evitar accidentes con las plantas tóxicas?

Para evitar accidentes, es recomendable no poner estas plantas al alcance de los bebés. Es importante explicar a los niños que no deben tocarlas ni llevarlas a la boca. Después de manipular estas plantas, es esencial lavarse las manos muy bien antes de tocar o coger a tu bebé.

Síntomas comunes de intoxicación con plantas

Los síntomas de intoxicación pueden variar dependiendo de la planta. Por ejemplo, la adelfa, muy presente en los jardines, puede causar arritmia, mareos y temblores. La dieffenbachia, común en el interior de las casas, puede causar leves irritaciones cutáneas.

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¿Qué hacer si tu hijo se come una planta tóxica?

Si un bebé llega a comer de estas plantas, es importante sacar todo lo que tenga en la boca y enjuagarla con agua. Lo mejor que le puede ocurrir es que vomite todo. En caso de ingestión, se recomienda recurrir a una cita médica.

La prevención es la mejor manera de proteger a ls pequeños. Mantén a tus hijos seguros evitando el contacto con estas plantas tóxicas.

La seguridad de los menores es nuestra responsabilidad y debemos estar informados para poder protegerlos. Conocer las plantas tóxicas y mantenerlas fuera de su alcance es un paso importante para la crianza de nuestros hijos.