¿Puedo afectar a mi bebé si me hago un tatuaje durante la etapa de lactancia?
Muchas mujeres se han preguntado en los últimos años si existe o no algún riesgo para sus bebés el tatuarse durante la etapa de amamantamiento. ¿Qué dicen los expertos y las investigaciones realizadas sobre este tema?
Por Christopher Ramírez Hernández
30 de septiembre de 2024
El arte de los tatuajes es una práctica cada vez más común, y muchas madres lactantes se preguntan si es seguro realizarse uno durante este período tan importante.
Sin embargo, a pesar de que esta pregunta es cada vez más escuchada entre las nuevas mamás, aún existen dudas y preocupaciones sobre sus posibles efectos durante la lactancia, tanto en la madre como en el bebé.
¿Qué dicen los expertos sobre tatuarse cuando se está lactando?
El Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos (NIH) señala que “no existen datos sobre la seguridad de hacerse tatuajes durante la lactancia”. Sin embargo, aunque no hay estudios que confirmen la transmisión de pigmentos o infecciones al lactante a través de la leche materna, la precaución es clave.
Además el NIH recuerda que en los Estados Unidos no se permite la donación de sangre durante los 12 meses posteriores a un tatuaje como medida preventiva, resaltando el hecho de que la ausencia de análisis concluyentes no es razón para no tener en cuenta las posibles consecuencias de hacerse un tatuaje, especialmente cuando podría afectar la vida de otro ser humano (ya sea adulto, en el caso de la donación de sangre, o de un bebé cuando está en etapa de lactancia).
Sigue a Cromos en WhatsAppPor su parte, el equipo de profesionales de e-lactancia, de la Asociación para la Promoción e Investigación científica y cultural de la Lactancia Materna (APILAM), coincide en la necesidad de un “buen control higiénico-sanitario” al realizarse un tatuaje. Este equipo destaca que muchos bancos de sangre y leche no aceptan donaciones hasta pasados de 4 a 12 meses desde la realización del tatuaje. ¿La razón? Evitar la transmisión de enfermedades graves como hepatitis B, hepatitis C y VIH.
La lactancia es una de las etapas más importantes en los primeros meses de vida de un bebé.
Posibles riesgos y complicaciones de tatuarse durante la lactancia
El gran interrogante para muchas madres es si hacerse un tatuaje puede afectar a su bebé. Según e-lactancia, aunque los pigmentos utilizados en los tatuajes “pueden ser tóxicos”, estos tienden a quedarse retenidos bajo la piel y no pasan al torrente sanguíneo. Por lo tanto, en teoría, no hay un riesgo directo para el bebé si se siguen estrictas normas higiénicas.
Sin embargo, el equipo también advierte que, debido a la falta de investigaciones específicas sobre lactantes de madres tatuadas, muchos profesionales prefieren aconsejar esperar hasta el fin de la lactancia para hacerse un tatuaje.
Además, es importante considerar los efectos de ciertos pigmentos. Algunos de los componentes químicos utilizados en los tatuajes, como el cadmio, carbón, hierro, cobalto y cromo, podrían ser perjudiciales. Aunque no hay evidencia de que estas sustancias se transmitan a través de la leche materna, se recomienda un enfoque conservador y prudente.
Tatuajes en el pecho: cuidado con las distorsiones
En el caso específico de los tatuajes en el pecho, uno de los riesgos específicos de marcarse esta zona del cuerpo tiene relación directa con la esteticidad del tatuaje y como esto puede o no afectar la autoestima de la madre. De acuerdo con los expertos, la posible distorsión de la imagen debido a los cambios en el volumen mamario que ocurren durante el embarazo y la lactancia debe ser una realidad a tener en cuenta antes de hacer un tatuaje: la piel se estira para acomodar el aumento de tamaño, lo que puede afectar el aspecto del ‘tattoo’.
Lo que si se desaconseja fuertemente es tatuarse directamente en el pezón o la areola mientras se amamanta. Según e-lactancia, “no se aconseja el tatuaje en el mismo pezón por el riesgo de que el lactante pueda llegar a absorber pigmentos que sean tóxicos”.
Los expertos consideran prudente no tatuarse el pecho durante la lactancia, y mucho menos el pezón, teniendo en cuenta que es una zona de contacto directo con la boca del bebé.
Eliminación de tatuajes y lactancia
Para aquellas madres que buscan eliminar un tatuaje durante la lactancia, la situación es un poco más compleja. Mientras que el uso de cremas para cubrir el tatuaje o incluso realizar un ‘cover up’ (cubrimiento) son prácticas consideradas seguras, la eliminación del tatuaje mediante láser plantea un riesgo mayor.
Cabe recordar que este proceso disgrega los pigmentos, los cuales pueden entrar en el sistema linfático y, potencialmente, en la leche materna. Por lo tanto, se recomienda esperar hasta el fin de la lactancia antes de someterse a este tipo de tratamiento.
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A pesar de que la evidencia científica sobre los efectos de los tatuajes durante la lactancia es limitada, la mayoría de los expertos coinciden en que es mejor pecar de prudente. El NIH señala que “la opinión parece estar a favor de no hacerse un nuevo tatuaje durante la lactancia”. Mientras que los riesgos de transmisión de pigmentos o infecciones son mínimos si se sigue un estricto control sanitario, el panorama es menos claro en cuanto a los efectos a largo plazo para la madre y el bebé.
Por esto, si estás considerando hacerte un tatuaje mientras amamantas, lo más recomendable es consultar con un profesional de la salud y un tatuador de confianza que esté al tanto de las precauciones necesarias. Cada caso es único, y lo importante es priorizar la salud tanto de la madre como del bebé.