El cáncer es una enfermedad que cambia profundamente la vida de quien lo padece; y en el caso de las mujeres, además de los desafíos físicos y emocionales, muchas enfrentan preguntas difíciles sobre su fertilidad y la posibilidad de ser madres después de sobrevivir a esta enfermedad.
Aunque el deseo de tener un hijo no se extingue con el diagnóstico de cáncer, y los avances médicos permiten a muchas personas vencer esta enfermedad, ser madre después del cáncer es una decisión que debe tomarse con cautela.
Sigue a Cromos en WhatsAppSegún la Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS), tanto el cáncer como sus tratamientos pueden afectar significativamente la fertilidad y plantean riesgos de malformaciones congénitas en un embarazo posterior. Por esto, en este artículo, exploraremos los riesgos, los cuidados necesarios y las decisiones que deben considerarse antes de dar este gran paso.
¿Cómo afecta el cáncer a la fertilidad?
El primer punto a tener en cuenta el impacto que tiene el cáncer en la fertilidad de las mujeres. Cabe recordar que esta depende de un sistema reproductivo saludable, y para nadie es un secreto que la enfermedad puede afectar esta capacidad de varias maneras. Desde cirugías que remueven órganos esenciales, como los ovarios o el útero, hasta tratamientos como la quimioterapia, que puede provocar menopausia prematura o daños en los ovarios, los efectos en el cuerpo femenino pueden ser devastadores.
De hecho, algunos tipos de cáncer y tratamientos provocan alteraciones hormonales y daños a los tejidos reproductivos, lo que limita las posibilidades de concebir. Por ejemplo, las terapias de radiación o quimioterapia pueden dañar los óvulos y afectar la producción hormonal necesaria para un embarazo viable.
Por esta razón, la ACS aconseja a las pacientes solicitar una segunda opinión si lo creen necesario, y recomienda la consulta con especialistas en fertilidad antes de iniciar el tratamiento. Esta planificación temprana es fundamental para aquellas que deseen preservar su fertilidad, ya que existen métodos como la congelación de óvulos que pueden ser útiles antes de comenzar el tratamiento contra el cáncer.
¿Qué pasa si quedas embarazada después de un tratamiento de quimioterapia?
Si bien algunos pacientes logran mantener su fertilidad, surge otra gran preocupación: los posibles riesgos de malformaciones congénitas en los bebés concebidos después del tratamiento. De acuerdo con los expertos, algunas terapias de quimioterapia, radiación y tratamiento hormonal pueden tener efectos duraderos que impactan la salud del feto. La exposición a ciertos medicamentos o terapias durante o después del tratamiento ha sido asociada a un incremento en los riesgos de anomalías.
Muchos profesionales de la salud recomiendan evitar el embarazo durante el tratamiento y, en algunos casos, esperar varios años después de finalizado el tratamiento. Esto permite que los óvulos que puedan haber sido afectados por la quimioterapia o radiación salgan del cuerpo.
El tiempo de espera ideal depende del tipo de cáncer, la duración y el tipo de tratamiento, y factores como la edad del paciente, ya que el cuerpo necesita tiempo para eliminar posibles efectos adversos.
El impacto psicológico: ¿cómo sobrellevar el deseo de ser madre tras el cáncer?
Es relevante insistir en la idea de que la decisión de tener un hijo después del cáncer es profundamente personal y puede ser emocionalmente desafiante. La ACS recalca la importancia de recibir apoyo psicológico antes y después de tomar esta decisión. La infertilidad puede ser una consecuencia devastadora del cáncer, y, en muchos casos, el deseo de ser madre sigue siendo fuerte.
Por esta razón, los especialistas aconsejan que los sobrevivientes de cáncer busquen orientación emocional y, si es posible, acompañamiento en sus parejas y familiares. Hablar con un profesional de la salud mental o incluso con otros sobrevivientes puede ser de gran ayuda. Además, existen opciones para aquellas que desean explorar la maternidad, como la adopción o los tratamientos de fertilidad asistida, si las condiciones de salud lo permiten.
Igualmente, antes de considerar el embarazo, las sobrevivientes deben dialogar con su equipo médico acerca de sus deseos y los posibles riesgos. Los oncólogos, especialistas en fertilidad y otros miembros del equipo de salud pueden brindar orientación sobre las opciones disponibles. Es esencial que las pacientes conozcan las posibles complicaciones y estén informadas sobre su situación particular para tomar una decisión bien fundamentada.
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Más allá del riesgo, un proyecto de vida
Por supuesto que el deseo de ser madre después del cáncer es legítimo y valiente. Aunque existen riesgos asociados, la medicina ha avanzado enormemente y permite a muchas mujeres realizar este sueño de manera segura. La clave es contar con el apoyo adecuado, tener una planificación cuidadosa y estar informada sobre cada aspecto de la decisión.
La maternidad post-cáncer puede ser un camino lleno de retos, pero con una red de apoyo, un equipo médico comprometido y una planificación adecuada, muchas sobrevivientes logran hacer de esta aspiración una realidad. La salud y el bienestar son la prioridad, y el conocimiento es el mejor aliado para tomar esta decisión de manera segura y satisfactoria.