Durante el embarazo podremos asistir a muchas citas médicas, leer muchos libros, tomar clases y preparar un plan de parto. Sin embargo, no existe nada que logre prepararnos totalmente para la que quizá sea la mezcla de sentimientos más intensa de toda tu vida tras el nacimiento de tu bebé.
Luego de 9 meses de espera, un parto (que rara vez es un sueño) y finalmente ocurre el encuentro cara a cara con esa personita con la que has soñado durante semanas. Ahora está entre tus brazos el ser que te embriagará más de alegría, pero que a la vez te llenará de temores por querer cuidarlo, protegerlo y darle lo mejor, en medio de una tormenta de dudas.
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Además, nadie te cuenta realmente cómo serán esas primeras 24 horas luego del parto, un corto tiempo para tantas primeras veces de las que casi nunca se habla. Por eso te contamos lo que vivirás en el primer día con tu hijo.
Así son las primeras 24 horas con tu bebé
Nadie te cuenta realmente cómo serán esas primeras 24 horas luego del parto, un corto tiempo para tantas primeras veces de las que casi nunca se habla. Por eso te contamos lo que vivirás en el primer día con tu hijo.
No vas a poder creer que ese bebé tan pequeño es tuyo
Aunque suene raro, pasar de estar embarazada a tener a tu bebé es tan impresionante, que casi siempre las madres tardamos en asimilar que él (o ella), ya está aquí y que efectivamente, eres su madre.
Cuando en el hospital alguna enfermera o el médico te dice “¡Hola, mamá! ¿Cómo te encuentras?”, te va a sonar rarísimo. Y apenas reaccionas a la realidad de que sí, eres su mamá, sentirás de golpe cómo te cae una tonelada de responsabilidad sobre la espalda.
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No podrás parar de mirarlo
A la mayoría de las mamás nos pasó que podríamos pasar horas viendo la carita de nuestro bebé apenas lo llevan a la habitación del hospital. Ver cada uno de sus rasgos, no perderse ni uno de sus gestos y tatuar en nuestra mente esa imagen del amor de nuestra vida. Al final de cuentas, cada mamá verá a su hijo como lo más bonito que había visto en su vida.
El amor puede surgir de inmediato o no
Aunque a nuestro alrededor insistan en decir que todas las madres deberíamos derretirnos de amor por ese bebé que acaba de nacer, no a todas nos pasa: no sentir esa conexión de inmediato también es válido.
No debemos sentirnos como un bicho raro (ni mucho menos culpables) porque es algo absolutamente normal. No existe un momento específico en el que debes sentir esa explosión de sentimientos por tu bebé, ya que depende de muchas otras cosas como la experiencia que hayamos tenido en el parto: si fue traumático, si hemos estado separadas muchas horas de él o si ha sido muy largo y el agotamiento te supera.
Te podemos asegurar que el amor surgirá poco a poco, sin necesidad de forzarlo. Y si definitiva sientes que algo no está bien, se vale levantar la mano y pedir apoyo. Si llegas a pasar por depresión postparto, la ayuda y acompañamiento serán fundamentales.
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Tendrás miedo de no saber cómo actuar o no hacerlo como se espera
Aquí la experiencia se pone un poco más retadora. Rara vez nos hablan de la primera vez que nos enfrentaremos a un pañal sucio, a dar pecho o a envolver como burrito nuevamente a nuestro bebé. Y es que, aunque parezcan actividades muy sencillas, estrenarnos como papás al hacerlas es todo un desafío.
Además, todo el mundo, desde tu pareja, suegra, madre o cualquier otra persona a tu alrededor, parece esperar que tú sepas exactamente qué, cuándo y cómo hacerlo, sin equivocarte. Esa presión puede ser muy abrumadora. Pero tranquila, no te dejes influenciar y sigue tu instinto. Por el camino aprenderás.
Estarás aterrada de que te den el alta
Muchas habremos pasado por el extraño momento de recibir el alta del médico, diciendo que ya podemos ir a casa y nuestra respuesta habrá sido “¿Ya? ¿Tan rápido?”
Y es que 24 o 48 horas parecen muy poco tiempo de preparación para salir de la seguridad del cuarto del hospital, siempre con una enfermera o pediatra a la mano que pueda acudir al rescate si algo ocurre. Aterroriza pensar en que ahora estarán por su cuenta en casa. Pero no te preocupes, con el tiempo, las cosas empezarán a fluir naturalmente y en pocos días empezarás a sentir esa misma seguridad en tu casa.
No querrás recibir visitas
Estando embarazada seguramente pensarás que cuando tengas a tu bebé en brazos, que será el más lindo del mundo, vas a querer enseñárselo al mundo entero (empezando por tu familia y amigos), para que contemplen la hermosura de tan perfecta creación.
Sin embargo, cuando llega el parto y estás adolorida, cansada, sin haber podido dormir casi nada, y con el temor de cualquier riesgo para tu bebé, lo último que vas a querer es recibir visitas y obligarte a mostrar una cara de felicidad y sonrisa de oreja a oreja.
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En esos primeros días lo que tú necesitas es tranquilidad mientras conoces y descubres a tu bebé y todo lo que necesita de ti. Este tiempo es muy importante y emocional para ti como madre recién estrenada, por lo que las visitas podrán esperar.
Cada maternidad es única
No te mortifiques pensando en lo que te dicen que tendrá que pasar o cómo tendrá que suceder todo porque “A Fulanita le pasó así”. Cada proceso es distinto por lo que la clave es que estés tranquila, que busques tu bienestar y el de tu bebé, y que dejes de lado todas las expectativas que otros han querido poner en tu maternidad.