¿Tu hijo es agresivo? Estos consejos te ayudarán a mejorar su conducta en casa

Cuando somos niños, debemos ir aprendiendo a entender y a manejar nuestras emociones, por lo que es normal que por el camino haya llantos, berrinches y episodios de sentimientos desbordados, mientras se adquieren las herramientas para estabilizar lo que sentimos.

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Al no tener un verdadero autocontrol, muchos niños gritan, patalean e intentan golpear cuando sienten mucho enojo, como su manera de desfogar esa emoción negativa. Y aunque es probable que suceda en alguna ocasión, hay que ir trabajando en este comportamiento para que no se vuelva en un problema recurrente.

Consejos para manejar la agresividad en niños

1. Enséñale las reglas de la casa: siéntate con tus hijos a explicarles cuáles son las normas de la casa, por qué existe esa regla y las consecuencias que podría tener en caso de incumplirlas. Si el niño no obedece una regla importante, hay que corregirlo de inmediato para que entienda qué es lo que hizo mal.
2. Las amenazas no funcionan: siempre será más eficaz reforzar las conductas deseadas de manera positiva y ofrecerles alternativas en vez de solo decir “Deja de hacer eso o ya verás”. Dile que la próxima vez que esté enojado, deberá usar sus palabras en lugar de las conductas agresivas.
3. Distracciones saludables: no hay nada de malo en distraer a tu hijo a veces o probar otro método. Siempre y cuando no lo estés “sobornando” para que se comporte de otra manera, por ejemplo, ofreciéndole dulces o premios. En cambio, podrías cambiar intencionalmente su foco de atención o la actividad que estaban haciendo.
4. Olvida el “Contrólate”: esta precisamente es la raíz del problema, los niños pequeños, por naturaleza, tienen poco autocontrol. En esta etapa necesitan que les enseñen a no patear, golpear o morder cuando están enojados, sino a expresar sus sentimientos con palabras.
5. Usa “No debemos lastimarnos”: supervisa a tu hijo en medio de los conflictos con sus compañeros o hermanos. Si el conflicto es leve, mantén la distancia y permite que lo resuelvan solos. Intervén cuando inicie una pelea física que no se detiene con un llamado de atención o cuando un niño parece tener una ira incontrolable. Separa a los niños y mantenlos así hasta que se calmen para poder hablar sobre lo sucedido.
6. Ofrece opciones: enseña a tu hijo a decir “no”, a dar la espalda o a buscar acuerdos en vez de pelear físicamente. La mejor manera de explicarlo en con el ejemplo, demostrándole con tus acciones que los problemas se pueden resolver con palabras, de manera más eficaz que usando la violencia física.
7. Controla tu propio carácter: en momentos de tensión, cuando tu hijo está teniendo una conducta violenta, puede pasar que tu ánimo también se altere. Una de las mejores maneras de enseñarles a los niños el comportamiento adecuado es controlando nuestro propio carácter, manteniendo la serenidad.

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