Al hablar de la princesa Diana parece que se hiciera sobre un fenómeno cultural, algo que más de veinte años después de su muerte pareciera no tener explicación, pero sí, era su carisma, era su interés en devolver algo a los que no lo tienen, era eso que la llevó a cambiar el paradigma sobre lo que las personas creían era la realeza, por algo se le llamaba la princesa del pueblo.
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Más allá de sus logros filantrópicos, los escándalos en los que se vio involucrada y su trágico final, lady Di también era observada por su estilo, podía ir desde lo más glamuroso en un evento de alto perfil, hasta lo más sencillo en una caminata matutina.
El estilo de la Princesa Diana siempre ha sido sinónimo de elegancia y sofisticación.
Eran varios los detalles que ayudaban a describir su estilo, una corta y frondosa melena rubia, maquillaje natural (aunque le encantaba el delineador azul en los ochenta), mejillas y labios en rosa, su color favorito. Pero hay un aspecto que no se suele mencionar, el perfume de la eterna duquesa de Gales.
Uno de sus looks más representativos es el del “vestido de la venganza”, el mismo que usó para una fiesta de Vanity Fair, poco tiempo después de que se hicieran públicas las infidelidades del actual rey Carlos III y Camila Parker Bowles.
En ese entonces la princesa decidió usar un vestido corto tipo cóctel en color negro, escote sobre los hombros y medias veladas oscuras, demostrando que se podía espectacular a pesar de estar pasando por uno de los momentos más difíciles de su vida.
Nos encantaría saber cuál es la fragancia que la inglesa escogió para este icónico momento, no sabemos con exactitud, sin embargo, seguro era uno de los cuatro perfumes predilectos en su arsenal.
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Diana los usaba en forma rotativa, le encantaba que tuvieran una presencia alta de flores blancas entre las notas olfativas, entonces es posible decir que olía a jacintos, lirios del valle y a notas verdes frescas, delicadas y casi hipnotizantes.
Los cuatro perfumes favoritos de la princesa Diana
Bluebell Eau de Toilette de Penhaligon’s:
Este aroma fue creado en 1978 por Michael Pickthall, la denominan una fragancia femenina floral verde, entre sus notas características está un acorde cítrico, mientras que en su núcleo están presentes el jacinto azul, el lirio del valle, jazmín y rosa, se remata con unas notas de fondo como el clavo y la canela. Lastimosamente ya está descontinuada en la actualidad.
24 Faubourg Eau de Parfum de Hermès:
Es un poco más contemporánea, salió al mercado en 1995 y fue creada por Maurice Roucel, es de carácter floral cítrica. Las personas pueden sentir el jacinto, la bergamota, el melocotón y la naranja como notas de saluda, mientras que la flor de azahar, la flor de saúco, gardenia, jazmín e iris son el corazón, en cuanto a las notas de fondo están el ámbar, sándalo, pachulí y vainilla. Esta es una explosión de flores blancas e intensas que dan una sensación cálida y embriagadora.
Diorissimo de Christian Dior:
Este es uno de los más clásicos de la lista de la princesa Diana. Fue creado en 1956, a pocos años de haberse creado la marca, su creador es Edmond Roudnitska. Es una fragancia que es pura sofisticación, compuesta por flores blancas y notas verdes, entre sus detalles están las hojas verdes y la bergamota, néctar de jazmín egipcio, lila, lirio de los valles con romero, y para terminar sándalo y algalia.
Arpège de Lanvin:
Esta es la más antigua de la lista, fue creada en 1927 por Paul Vacher y André Fraysse para la maison de Jeanne Lanvin, a modo de regalo para su hija Marguerite. Originalmente iba con una botella negra en estilo art déco y muestra a las dos jugando. Es de carácter floral, las flores blancas, adoradas por Lady Di, son uno de sus grandes detalles, se le unen notas cálidas y amaderadas. Entre las notas están el lirio del valle y la bergamota, el jazmín, el iris, la rosa y el lirio, también el sándalo, el ámbar, el almizcle, la vainilla y el pachulí.
