La Reina Isabel II ha cambiado la historia desde diferentes aspectos. Este año fue muy mencionada porque es la monarca británica con más años de mandato en la historia de su reino. De hecho, este año se celebró su jubileo de platino, una fiesta por los 70 años de su ascenso a la corona.
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Aunque esta fue la primera gran celebración en Reino Unido desde que empezó la pandemia del COVID-19, la verdad el último año no ha sido muy positivo para la legendaria soberana. Para empezar, en abril del año pasado murió su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo, y a principios de 2022, ella misma se contagió de covid-19.
Durante las fiestas del jubileo este año, la salud de Isabel II empezó a hacer un tema de preocupación, faltó a varios de los eventos oficiales, además se comunicó que ella estaba sufriendo de una movilidad bastante reducida, tanto así que de ser vista en público seguramente llevaba un bastón para apoyarse al caminar.
Ahora, lamentablemente, los rumores de un posible descenso aumentan, ‘Lilibet’, como le dicen cariñosamente sus familiares, ha estado vacacionando, como ella tanto acostumbra, en el Castillo de Balmoral, sin embargo, ha sido constantemente visitada por el príncipe Carlos, lo que ha hecho a muchos dudar sobre cómo avanza el estado de la reina.
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Más allá de los rumores, uno de los detalles que ha destacado en la reina Isabel a lo largo de su vida es su ojo crítico a la hora de vestir, si bien la moda no es uno de sus intereses principales, sí es algo que muchos revisan en sus apariciones.
El impoluto estilo de la reina Isabel II
La jefa de estado es reconocida por acatar las convenciones diplomáticas que tanto merece una posición como la de ella. Pero a lo largo de su mandato, ha tenido el objetivo de recurrir constantemente al diseño de su país.
Gracias a sus elecciones, Isabel II le ha dado una plataforma especial a diseñadores que eventualmente se convierten en un referente en la industria de la moda británica, por ejemplo, Norman Hartnell o Hardy Armies, el primero diseñó su vestido de novia, el segundo fue su modista predilecto hasta 1990. Otros nombres que son dignos de mencionar son Angela Kelly o Stewart Parvin.
A continuación, te comentamos algunos momentos icónicos de moda en la historia de la Reina Isabel II, así como algunas claves importantes en su vestuario:
La boda con Felipe de Grecia
La boda de Isabel con Felipe de Grecia ocurrió en noviembre de 1947.
El 20 de noviembre de 1947, Elizabeth II se casó con quien sería el duque de Edimburgo en la abadía de Westminster. Ella lució un vestido de hombros marcados con mangas ajustadas y escote en corazón, el diseñador fue Norman Hartnell. Este traje tomó varias de semanas de elaboración, cientos de costureras trabajaron arduamente.
Entre los detalles están el uso de 10.000 perlas bordadas, además de algunas incrustaciones de cristales y lentejuelas que en conjunto dibujaban trigo y flores, dando alusión a ‘La Primavera’, el cuadro de Botticelli.
La coronación de la máxima de Inglaterra
Luego de hacerle duelo a su padre, el rey Jorge VI, Elizabeth fue coronada como reina el 2 de junio de 1952. Una vez más se decidió por Norman Hartnell para crear una pieza digna de museo. En esta ocasión el modelo estaba hecho con seda blanca bordada con los emblemas florales de los países de la Commonwealth.
En ese evento estuvo cubierta por una capa de terciopelo, la cereza del pastel fue la corona de San Eduardo, que es la oficial de su reino, aunque antes de eso llevó una diadema de diamantes. El calzado fueron unas sandalias de Roger Vivier, confeccionadas con piel dorado, en el empeine llevaba la flor de lis, el tacón iba decorado con rubíes y llevaba una plataforma interior para minimizar el arco del pie.
El uniforme de Elizabeth
En los próximos años se fue volvieron muy claros dos detalles entre el vestuario de la monarca, el primero, los trajes con chaqueta y falda sobre la rodilla, este básicamente se volvió su uniforme en los eventos que no requerían de mayor etiqueta.
Esto ocurrió sobre todo entre los sesentas y setentas, el otro aspecto a evaluar es su pasión o gusto por los colores, especialmente por looks que van en un solo color, especialmente vivos, algo que le daba un aire alegre a la mandataria.
La boda del príncipe Carlos y Diana de Gales
Otro momento para recordar fue cuando su primogénito, el príncipe Carlos, se casó con la mítica Diana Spencer, mejor conocida como Lady Di. Este evento cubierto en todos los medios ocurrió el 29 de julio de 1981. Para esta celebración la reina se decidió por un vestido color azul turquesa, con plisado desde el pecho hasta la falda, la manga era de corte francés y creó contraste con unos guantes y zapatos mary jane blancos, la silueta era una de sus favoritas, evasé.
El color favorito de la reina
¿Su color favorito? El amarillo, hay numerosas fotos de la reina Isabel II llevando conjuntos o vestidos en el que este color primario, en todas sus variedades, es el protagonista. Uno de los más recordados es el que llevó para la boda del príncipe William y Kate Middleton en abril de 2011.
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La tendencia de impuso en el siglo XXI
Más adelante su atracción por los looks coloridos la llevó a seguir una de las tendencias más fuertes durante la década de los 2010, el color blocking. La soberana en estos años se hizo popular por combinar colores vibrantes en sus conjuntos, por ejemplo, el traje rojo con magenta en el Buckingham Palace de hace un tiempo.
Sus recientes looks
Entre sus apariciones de los últimos años, una de las más recordadas es cuando demostró su apoyo a la industria de la moda londinense. En 2018, asistió al primer show del diseñador Richard Quinn, que ganó el premio reina Isabel II al diseño británico, ella se sentó al lado de Anna Wintow, luciendo un traje de tweed en color azul bebé y se le vio muy emocionada de estar en la pasarela.