La capacidad de los ferries que transportan a los turistas a la Isla de la Libertad ha sido reducida.
La restricción supone el último golpe para los restaurantes de la Gran Manzana, así como para una economía muy afectada ya por las limitaciones derivadas de la pandemia.
“Vamos a cerrar los comedores interiores de la ciudad de Nueva York el lunes. Los exteriores y envíos a domicilio continúan”, afirmó Cuomo a los reporteros.
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El gobernador ya había adelantado el lunes la medida si las cifras de hospitalización no conseguían estabilizarse en cinco días.
Este viernes, Cuomo anunció que las internaciones en el estado habían aumentado a más de 5.300, una cifra bastante por debajo del pico de casi 19.000 registrado en abril, pero significativamente más alta que el piso de apenas 400 de comienzos de septiembre.
“Las hospitalizaciones no se han estabilizado, y con un aumento de la tasa de infección y la densidad de la ciudad de Nueva York, eso significa que comer en interiores es un riesgo muy elevado”, explicó el gobernador.
Hasta ahora, los restaurantes podían usar hasta el 25% de su capacidad interior.
El covid-19 ha dejado más de 35.000 fallecidos en el estado de Nueva York, la gran mayoría en la propia metrópolis.
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Muchos ocurrieron durante la primavera y comienzo del verano boreal, cuando el estado se convirtió en el epicentro del brote inicial del covid-19 en Estados Unidos.
Cuomo añadió está previsto que 346.000 dosis de la vacuna de Moderna sean repartidas en el estado de Nueva York en la semana del 21 de diciembre, además de las 170.000 del inmunizante de Pfizer que debe llegar este fin de semana, a la espera de la aprobación de la FDA.