La duración en el sexo es un tema que inquieta a muchos hombres. Más allá de las expectativas sociales, el objetivo real es brindar y recibir placer en pareja, sin la presión del reloj.
A menudo, la eyaculación precoz se convierte en un desafío que afecta la confianza y la intimidad. Sin embargo, prolongar el momento cúspide no requiere fórmulas mágicas ni medicamentos costosos. Conectar con tu cuerpo, explorar nuevas posturas y aprender técnicas de control son pasos esenciales para disfrutar de encuentros más satisfactorios. Aquí te mostramos cómo transformar tu vida sexual con estrategias prácticas y efectivas.
Sigue a Cromos en WhatsAppPosiciones para evitar la eyaculación en el sexo
El sexo no es solo cuestión de pasión, sino también de conexión y control. Muchas veces, la eyaculación precoz interfiere con estos momentos, dejando a ambos miembros de la pareja insatisfechos. Aunque existen tratamientos farmacológicos, implementar técnicas naturales y adoptar ciertas posturas puede marcar una gran diferencia:
1. La postura de la cucharita: conexión y control
Posición sexual de la cucharita
En esta posición, ambos se recuestan de lado, mirando en la misma dirección, mientras el hombre penetra desde atrás. La penetración es menos profunda y permite un ritmo más pausado, reduciendo la sobreestimulación. Además, deja las manos libres para explorar otras zonas erógenas, aumentando el placer sin prisas.
2. Vaquera o ‘vaquerita’: ritmo en sus manos
Tú te tumbas boca arriba, mientras tu pareja se sienta sobre ti. Esta postura permite que ella controle el ritmo y la profundidad de las penetraciones, dándote tiempo para regular tu excitación. Es ideal para practicar la técnica de “detente e inicia” o edging.
3. Flor de loto: intimidad y relajación
Sentados cara a cara, con las piernas entrelazadas, la flor de loto no solo es sensual, sino también efectiva. La postura fomenta un ritmo lento y pausado, permitiendo controlar la respiración y disfrutar de una conexión emocional intensa.
Técnicas complementarias para mejorar el control de la eyaculación
- Respiración diafragmática: aprende a controlar tu excitación respirando lenta y profundamente. Inspira por la nariz y espira por la boca, concentrándote en el movimiento del diafragma.
- Ejercicios de Kegel: fortalece el suelo pélvico contrayendo y relajando los músculos que utilizas para detener el flujo de orina. Estos ejercicios mejoran el control durante el acto sexual.
- Edging: detén la estimulación cuando sientas que estás cerca de eyacular y reanúdala una vez que la excitación disminuya.
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Así, el placer en la intimidad no depende solo de la duración, sino de la conexión y el disfrute mutuo. Experimentar con estas posturas y técnicas puede transformar tus encuentros, devolviendo la confianza y fortaleciendo el vínculo con tu pareja.
Recuerda, el sexo no es una competencia, sino una celebración compartida. Ajusta tu ritmo, respira profundamente y vive el momento. Si el desafío persiste, no dudes en buscar apoyo profesional. Tu bienestar sexual lo vale.