7 frases que no deberían ser un halago: “te veo bien, estás delgada”

Algunas frases que comúnmente se consideran halagos, como “te veo bien, has adelgazado” o “no aparentas la edad que tienes”, no son tan inofensivas como parecen. A menudo, estas expresiones refuerzan estereotipos dañinos sobre la apariencia física y perpetúan los cánones de belleza tradicionales, especialmente en torno a la delgadez y la juventud.

Aunque se dicen con buenas intenciones, estos comentarios subrayan la idea de que nuestro valor está ligado a cómo lucimos, lo que puede generar inseguridad y malestar, sobre todo en mujeres que han estado históricamente más expuestas a estas presiones sociales. Además, se suele recurrir a este tipo de frases sin una reflexión profunda, como si formaran parte de nuestro discurso automático.

Esta falta de conciencia demuestra lo arraigados que están los ideales estéticos en nuestra cultura, los cuales, en muchos casos, seguimos imponiéndonos sin cuestionarlos. Asimismo, son frases que no solo afectan a las mujeres, sino que también impactan profundamente en adolescentes que ya lidian con inseguridades sobre su imagen, alimentando una insatisfacción que puede marcar su autoestima durante años.

Frases que no son halagos y que no deberías decir

En Cromos te trajimos una lista de 7 frases que aunque parezcan halagos, podrían herir el autoestima o confianza de las personas:

1. “Te veo bien, has adelgazado”

Este comentario refuerza la idea de que perder peso es siempre algo positivo. Sin embargo, este tipo de “elogio” asume que el valor personal está ligado a la apariencia física, alimentando la obsesión por la delgadez y promoviendo una relación poco saludable con el cuerpo.

2. “Para tu edad, estás muy bien”

Aunque puede sonar como un cumplido, esta frase subraya que la juventud y la apariencia física son los principales valores a destacar en una persona, dejando de lado cualidades más importantes como la experiencia, la inteligencia o la bondad.

3. “¡Qué suerte tienes, puedes comer lo que quieras y no engordas!”

Este comentario alimenta la idea de que la delgadez es un indicador de éxito o de autocontrol, creando presión para mantener un determinado peso, lo que puede derivar en trastornos alimenticios o una relación insana con la comida.

4. “Ese estilo te favorece porque te hace ver más delgada”

Este tipo de comentario implica que verse delgada es siempre deseable, perpetuando la creencia de que solo ciertos cuerpos merecen ser admirados o aceptados socialmente.

5. “¿Ya te pusiste a dieta?”

Relacionar la dieta con algo positivo o necesario refuerza la cultura de la dieta que moraliza los alimentos y estigmatiza el peso corporal, afectando tanto la salud mental como física de quienes reciben este tipo de comentarios.

6. “No aparentas la edad que tienes”

Este halago superficial resalta la eterna juventud como el ideal estético, ignorando que el envejecimiento es un proceso natural y valioso. Este tipo de comentarios trivializan las experiencias que vienen con la edad y refuerzan el miedo a envejecer.

7. “¡Qué bien te ves después de tener hijos!”

Aunque parece positivo, este comentario lleva implícito que una mujer debe “recuperar” su cuerpo tras el embarazo, como si su valor residiera únicamente en su apariencia física y no en su capacidad para dar vida o en sus otras cualidades.

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¿Qué podemos hacer en su lugar?

Cambiar nuestra manera de halagar a los demás es clave para fomentar una relación más saludable con el cuerpo. Es recomendable enfocar los elogios en cualidades como la creatividad, la bondad o la inteligencia. Así, en lugar de reforzar los estereotipos estéticos, promovemos una autoestima sólida y una valoración personal más allá de la apariencia.

Es momento de dejar de lado frases que, aunque bien intencionadas, perpetúan estándares de belleza dañinos y adoptar un lenguaje más inclusivo y empático que celebre lo que realmente importa en las personas.

*Contenido generado con asistencia de la IA.