Los sofocos antes de los 40 es posible: así se ve (y se siente) la menopausia precoz

La menopausia prematura o precoz es una condición en la que el ciclo menstrual de una mujer se detiene antes de los 40 años, lo cual puede generar preocupación debido a sus implicaciones para la salud reproductiva y general.

Según la doctora JoAnn V. Pinkerton, obstetra y ginecóloga de la Universidad de Virginia, “la menopausia prematura se produce porque los ovarios ya no liberan óvulos de forma regular y dejan de producir las concentraciones habituales de hormonas reproductivas”. A continuación, exploraremos los síntomas, causas y tratamientos asociados con esta condición.

¿Cuáles son los síntomas de la menopausia precoz?

Uno de los primeros signos que puede indicar una menopausia prematura es la ausencia de periodos menstruales, conocida como amenorrea. “Algunas mujeres no presentan síntomas, excepto la ausencia de períodos menstruales, pero otras experimentan infertilidad o síntomas similares a los de la menopausia natural, como sofocos o sudores nocturnos”, comenta la doctora Pinkerton. Además, las mujeres pueden experimentar cambios de humor, fatiga y pérdida de deseo sexual.

Otro síntoma importante es la disminución de la densidad ósea debido a la falta de estrógeno, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis. Esta baja producción de hormonas también puede causar sequedad vaginal, lo que puede afectar la calidad de vida de la mujer. Como lo advierte la doctora Pinkerton, “la falta de estrógenos puede dar lugar (...) al adelgazamiento y sequedad de la mucosa vaginal”.

¿Qué causa la menopausia precoz?

La menopausia prematura puede ser provocada por diversas causas, que incluyen factores genéticos, enfermedades autoinmunes y tratamientos médicos. Entre las causas más comunes se encuentran:

• Anomalías genéticas: como el síndrome de Turner o el síndrome del cromosoma X frágil.
• Trastornos autoinmunitarios: donde el cuerpo ataca a sus propios tejidos, incluidos los ovarios.
• Tratamientos médicos: como la quimioterapia, la radioterapia o la extirpación de los ovarios, que pueden afectar la función ovárica.
• Infecciones: algunas enfermedades virales, como las paperas, pueden dañar los ovarios.

Diagnóstico y pruebas de la menopausia precoz

El diagnóstico de menopausia precoz se basa en los síntomas y en pruebas hormonales. Se realizan análisis de sangre para medir los niveles de estrógeno y hormona foliculoestimulante (FSH). Estos análisis pueden repetirse durante varias semanas para confirmar el diagnóstico. “Las pruebas de sangre confirman el diagnóstico, y se realizan otras pruebas para identificar la causa”, señala la doctora.

Asimismo, en algunos casos, se recomiendan pruebas genéticas para evaluar si existen factores hereditarios que puedan influir en la condición.

En cuanto a los tratamientos disponibles, es importante recordar que la menopausia es una condición irreversible, sin embargo existen algunas opciones que pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las mujeres. Uno de los tratamientos más comunes es la terapia hormonal, que implica la administración de estrógenos hasta la edad promedio de la menopausia natural, alrededor de los 51 años.

Para aquellas mujeres que desean tener hijos, los tratamientos de fertilidad, como la fertilización in vitro con óvulos de donante, son una opción viable. Aunque la menopausia prematura reduce significativamente las posibilidades de embarazo, no las elimina por completo. Como lo menciona Pinkerton, “los ovarios siguen conteniendo miles de óvulos, y a veces pueden liberar uno, haciendo posible el embarazo”.

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Reconocer los signos de la menopausia precoz es crucial para que las mujeres busquen atención médica temprana y tomen decisiones informadas sobre su salud reproductiva.

Si bien la menopausia prematura puede ser devastadora, existen tratamientos efectivos para aliviar los síntomas y opciones de fertilidad para aquellas que deseen ser madres. Como siempre, es importante consultar con un especialista para recibir el tratamiento adecuado.