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Tu novio no es tu personalidad: ¿por qué hablar tanto de tu pareja es tóxico?

La psicóloga Angie Daniela Mancilla Galvis habló con Cromos sobre cuáles son los síntomas de dependencia emocional en las parejas y por qué tener a tu ser amado en un pedestal puede ser perjudicial para tu propia personalidad. ¿Podrías estar en una relación tóxica o llena de idolatría hacia tu pareja? Averígualo aquí.

Por Christopher Ramírez Hernández
12 de septiembre de 2024

En la era de las redes sociales, donde todo se comparte, es común que muchas personas publiquen continuamente sobre sus relaciones amorosas. Aunque esto puede parecer inofensivo, existe una línea entre compartir momentos felices y perder tu identidad en tu pareja.

Según Angie Daniela Mancilla Galvis, psicóloga con énfasis en alteraciones del estado del ánimo y experta en terapia de pareja, este comportamiento puede ser una señal de dependencia emocional, lo que lleva a cambios profundos y negativos en la vida personal.

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¿Cómo es una persona con dependencia emocional?

Angie señala que una de las primeras señales de dependencia emocional es el aislamiento de tu vida previa: “generalmente empiezan con las primeras fases de aislamiento, es decir, cuando empiezas a dejar cosas que te gustaban y acoplarte exclusivamente a los gustos de la pareja; cuando empiezas a aislarte de tu red de apoyo o de tu círculo familiar”.

Este aislamiento puede llevar a cambios significativos en tu rutina y hábitos. Es común que las personas comiencen a abandonar actividades o hobbies que disfrutaban antes de la relación. “Por ejemplo, no te gustaba el fútbol, pero ahora solamente ves fútbol y te vistes con camisetas de fútbol”, explica.

Este tipo de comportamiento puede parecer una simple adaptación a los gustos de la pareja, pero cuando ocurre de manera extrema, se convierte en una señal de que estás perdiendo tu esencia personal.

¿Cómo saber si es dependencia emocional o amor?

También es importante entender que en una relación es normal hacer ciertos ajustes y compromisos, pero ¿dónde está el límite entre un cambio saludable y uno tóxico? Mancilla Galvis explica que cambiar por tu pareja puede ser positivo siempre y cuando sea consensuado y en beneficio de ambos: “cambiar por otra persona se puede considerar amor cuando mi cambio, primero, revela un bien común, es decir, es un bienestar tanto para mí como para mi pareja, y segundo, es un cambio consensuado y mutuo”.

En ese sentido, el verdadero problema surge cuando los cambios son unidireccionales o forzados. Cuando uno de los miembros de la pareja sacrifica su esencia o identidad para agradar al otro, estamos ante una señal de alerta. En lugar de una transformación compartida, este tipo de cambios suele generar resentimiento y desequilibrio emocional: “cuando yo cambio mi esencia para agradar (...) lo miramos como un cambio no saludable”, advierte la experta.

Según la psicóloga Angie Daniel Mancilla Galvis, el cambiar tu personalidad por la de tu pareja es una clara señal de dependencia emocional.

Según la psicóloga Angie Daniel Mancilla Galvis, el cambiar tu personalidad por la de tu pareja es una clara señal de dependencia emocional.

Fotografía por: Cortesía

El límite entre la admiración y la idolatría

Otro punto clave es el equilibrio entre la admiración hacia la pareja y la idolatría. Mientras que la admiración es un sentimiento positivo que impulsa el crecimiento personal y de la pareja, la idolatría puede ser destructiva: “la honra es reflejada por admiración, por amor, por deseo. La idolatría se basa en una necesidad y en un apego en algo que no quiero que se vaya”.

Cuando idealizamos a nuestra pareja, tendemos a ignorar sus defectos y a ponerla en un pedestal, lo que puede generar expectativas poco realistas. La psicóloga sugiere que este tipo de actitud impide el crecimiento personal y de la relación, ya que en lugar de ver a la pareja como un ser humano con fallas, se le percibe como una figura perfecta que nunca puede equivocarse.

“Es diferente cuando yo solamente halago y halago a mi pareja aun cuando tiene cosas por mejorar”, enfatiza. Esta idealización lleva a una relación tóxica en la que se crea una dependencia emocional que limita tanto a la persona que idealiza como a la que es idealizada.

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Mantén tu individualidad

Por último, es importante recordar que, aunque una relación de pareja implica compartir y crecer juntos, no significa perderse en el otro. Es fundamental mantener la individualidad y no convertir la relación en el centro absoluto de tu vida. Angie insiste en que “injertarse exclusivamente a su vida y a su sistema de vida”, es uno de los síntomas más claros de una dependencia emocional.

De esta forma, el amor sano implica admirar y apoyar a tu pareja, pero también implica respetar y cuidar tu propia esencia. Hablar demasiado de tu pareja o hacer que su vida sea el único tema de conversación puede ser una señal de que estás poniendo en peligro tu identidad. Además, este comportamiento puede ser agotador para la persona que lo recibe, creando una dinámica donde uno de los miembros de la pareja se siente presionado para cumplir con expectativas irreales.

Por Christopher Ramírez Hernández

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