¿Quién dijo que los fetiches son malos? Una sexóloga responde
Todos sabemos lo que es un fetiche, pero poco nos hemos tomado el trabajo en entenderlos. En esta nota, además de definirlos, exploramos sus orígenes, su función y resolvemos una duda que nos persigue: ¿son malos? Entrevista exclusiva con una sexóloga.
Por Carlos Torres T.
21 de noviembre de 2024
De atracciones intensas vinimos a escribir. De lo que sentimos poco hablamos y el propósito de esta charla es sacar petróleo de los fetiches. A través de Mayra Gómez-Lugo, directora del Laboratorio de Sexualidad Humana de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz, viajamos hacia el paisaje más amplio del fetiche. ¿Qué es? ¿Para qué sirve? ¿Debemos sentir culpa por tener varios?
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Quisiera decir cuáles son los míos, preguntar por ellos, pero no, el propósito de esta entrevista es informar a los lectores de Cromos sobre lo que tanto nos atrae, como si tuviera un imán.
¿Cuáles son los fetiches más comunes?
¿Qué es un fetiche?
Desde el punto de vista científico, un fetiche es una atracción intensa o preferencia hacia objetos, partes del cuerpo, o situaciones específicas que provocan excitación o interés sexual. Los fetiches suelen intensificar el deseo sexual, ya que estos elementos funcionan como estímulos que incrementan la respuesta erótica.
Sigue a Cromos en WhatsApp¿Es preocupante tener uno o varios?
No necesariamente. Tener uno o varios fetiches es común y, en la mayoría de los casos, inofensivo. En una encuesta reciente realizada en el SexLab de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz sobre fantasías sexuales, se encontró que el 40% de los participantes (de una muestra de 1,733 personas) reportó que una de sus fantasías favoritas incluye fetiches, específicamente relacionados con objetos como ropa interior, zapatos, lencería, látex o juguetes sexuales. Los fetiches solo suelen ser preocupantes cuando afectan el bienestar personal, generan incomodidad en otros o interfieren en las relaciones sin consenso.
¿Cuál es su función?
Los fetiches pueden cumplir funciones psicológicas y emocionales. Pueden reducir el estrés, intensificar la satisfacción sexual y ayudar a algunas personas a expresar o explorar su sexualidad de manera segura. En algunos casos, los fetiches permiten a las personas liberar deseos y fantasías de una forma controlada y placentera.
¿Cuál puede ser el origen de los fetiches?
Los fetiches pueden tener distintos orígenes. Desde el análisis de la conducta, se considera que estos pueden surgir a través de un proceso de aprendizaje. Esto sucede cuando una persona siente placer o excitación junto a un objeto o situación específica; esa experiencia refuerza la conexión entre el objeto y la excitación. Con el tiempo, ese objeto se convierte en un estímulo por sí mismo, capaz de provocar excitación. Además, la sociedad y la cultura pueden influir, ya que ciertos elementos se vuelven más atractivos y refuerzan este interés en algunos fetiches.
¿En qué casos debemos buscar ayuda psicológica?
Es recomendable buscar apoyo si la excitación solo se experimenta con la presencia del fetiche, especialmente si esto limita otras formas de intimidad o genera angustia. Un profesional puede ayudar a explorar las causas de esta dependencia y ofrecer estrategias para ampliar las experiencias sexuales de manera saludable y equilibrada, sin que el fetiche se convierta en una necesidad constante.
¿Los fetiches son solo sexuales o también se presentan en otros ámbitos?
Técnicamente, los fetiches son exclusivamente de naturaleza sexual, ya que implican una atracción intensa hacia un objeto o situación que provoca excitación sexual. Sin embargo, en un uso más amplio del término, se puede hablar de “fetiches” en otros ámbitos, como la moda o el coleccionismo, donde se refiere a una fascinación o preferencia por ciertos objetos, pero sin connotaciones sexuales.
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