Las 3 poses sexuales menos favoritas de los hombres: preferirían no hacerlas
El gusto de una posición sexual puede variar en cada persona. Sin embargo, los expertos han listado cuáles no serían muy agradables para los hombres.
Por Redacción Cromos
10 de octubre de 2024
En la intimidad, la variedad de posiciones sexuales es clave para mantener una vida sexual activa y placentera. Sin embargo, no todas las posiciones son igual de cómodas o deseadas, y muchos hombres tienen sus propias preferencias cuando se trata de ciertas poses.
Aquí exploramos 3 de las poses sexuales que los hombres suelen evitar, ya sea por incomodidad, falta de control o simplemente porque no les proporcionan tanto placer como otras.
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El portal El Confidencial ha explicado que esta lista fue hecha por Chris Armstrong, el coach sentimental y fundador de Maze of Love. ¿No adivinas cuáles son?
Sigue a Cromos en WhatsAppCada persona tiene preferencias y límites en la intimidad, y es importante comunicarse con la pareja para encontrar las posiciones que más disfruten ambos.
Las posiciones sexuales que no les gustan a los hombres
La amazona
Esta posición consiste con él estando boca arriba y ella encima de él. Aunque es la favorita de muchas personas puede resultar desafiante para algunos hombres que prefieren un ritmo más predecible.
La falta de un patrón constante en los movimientos puede generar incertidumbre y, en algunos casos, disminuir el interés sexual masculino.
Aunque algunas de estas poses puedan no ser las favoritas de los hombres, eso no significa que deban eliminarse por completo del repertorio sexual.
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La cucharita
Ambos se acuestan de lado, él detrás de ella. Ella se acurruca en posición fetal mientras él la abraza. La profundidad de la penetración puede ajustarse según la posición de su pierna, permitiéndole controlar la intensidad.
El perrito tumbado
La posición consiste con la mujer arrodillada de espaldas y su torso apoyado sobre la cama. El hombre se hace atrás controlando el movimiento.
Al final, lo más importante es mantener una relación íntima saludable basada en la comunicación, el respeto y la comodidad de ambos.
“Para algunos hombres esta postura es un cruce entre el misionero clásico (que muchos odian) y el perrito (que muchos aman). A pesar de que poseen el control y pueden evitar el contacto visual, tienen que doblarse y permanecer así un buen rato, lo que puede llegar a ser bastante complicado, sobre todo si son poco flexibles”, cuenta el coach.