Desde tiempos antiguos, la cultura popular ha sostenido que ciertos trucos caseros pueden influir en las probabilidades de concebir o evitar un embarazo. Entre estos, uno de los más comunes es la creencia de que orinar inmediatamente después de una relación sexual puede prevenir la fecundación.
Aunque parezca lógico pensar que este acto podría “eliminar” el esperma antes de que llegue al útero, la realidad es muy diferente.
Sigue a Cromos en WhatsApp¿Qué posibilidad hay de quedar embarazada si orino después de tener relaciones?
Las explicaciones anatómicas son claras: el sistema urinario y el aparato reproductor femenino son circuitos separados. Por más que se orine después del sexo, el esperma que haya alcanzado el canal vaginal no se verá afectado, pues este ya se encuentra lejos de la uretra y sigue su camino hacia el óvulo. Planned Parenthood, un reconocido organismo de salud sexual, lo expresa de manera gráfica: los “tubos” del cuerpo son independientes, y orinar no ayuda a expulsar al esperma que se dirige hacia la fecundación.
Sin embargo, lo que sí logra orinar tras una relación es contribuir a la higiene personal. Esta práctica, recomendada por ginecólogos y urólogos, puede disminuir las probabilidades de infecciones urinarias, especialmente en mujeres que tienden a sufrirlas. Las infecciones del tracto urinario (ITU) no se consideran enfermedades de transmisión sexual, pero la actividad sexual puede favorecer que bacterias ajenas al cuerpo se desplacen hacia la uretra, y ahí es donde orinar rápidamente puede marcar una diferencia positiva.
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De esta forma, aunque es importante mantener buenos hábitos de higiene tras una relación sexual, resulta crucial entender que el único método efectivo para prevenir un embarazo no deseado es el uso de anticonceptivos. Los métodos naturales y los “trucos” no cuentan con respaldo científico y no pueden garantizar una protección segura.
Así que, si busca evitar un embarazo, opte por métodos como el condón, la píldora, o incluso el anticonceptivo de emergencia cuando sea necesario. No caiga en los mitos; el conocimiento real es su mejor aliado en salud sexual.