¿Le resulta difícil comprender por qué su esposo o novio parece tener un deseo incontrolable de intimidad todos los días? Aunque el apetito sexual puede variar ampliamente entre las personas, una necesidad diaria podría ser más que un simple reflejo de atracción o conexión. Según la Clínica Mayo, esto podría estar relacionado con lo que se conoce como comportamiento sexual compulsivo o trastorno de hipersexualidad.
Este trastorno implica una obsesión constante con fantasías, impulsos o conductas sexuales que escapan del control de la persona. Los expertos aseguran que esta situación “puede causar aflicción y problemas en la salud, el trabajo, las relaciones interpersonales u otros aspectos de la vida”. Por lo tanto, no es solo una cuestión de deseo intenso, sino de un patrón que puede perjudicar la calidad de vida del afectado y de quienes lo rodean.
Sigue a Cromos en WhatsAppTambién es común que las personas en esta situación utilicen el sexo como una vía de escape a emociones complejas como la soledad o la depresión. Sin embargo, este patrón puede generar conflictos, especialmente cuando una de las partes no comparte la misma necesidad.
¿Cuáles son las causas de la adicción sexual?
Desde un punto de vista biológico, las causas podrían estar vinculadas a desequilibrios en neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, sustancias químicas que regulan el placer y el estado de ánimo. Además, factores psicológicos como el estrés, la ansiedad o incluso experiencias traumáticas pueden actuar como detonantes.
También es importante recordar que este trastorno no discrimina; afecta a hombres y mujeres por igual, aunque es más frecuente en los primeros. Los comportamientos sexuales compulsivos abarcan desde la masturbación excesiva y el consumo desmedido de pornografía hasta la búsqueda constante de parejas sexuales, a veces de forma anónima o peligrosa.
“Es posible que la pareja que experimenta estos impulsos sienta un alivio temporal tras el acto sexual, pero luego enfrenta culpa o arrepentimiento”, añade la Clínica Mayo. Por esto, si bien esta conducta puede parecer una muestra de pasión, también podría ser un llamado de auxilio.
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¿Qué hacer ante esta situación?
La buena noticia es que existen tratamientos efectivos para manejar este problema. Terapias psicológicas, como la cognitivo-conductual, pueden ayudar a identificar las causas subyacentes y a desarrollar estrategias para recuperar el control. Buscar ayuda profesional puede marcar una gran diferencia, pues, como explican desde Mayo, “los profesionales de atención de la salud mental están capacitados para comprender a las personas, sin juzgarlas”.
Otro punto importante es poder hablar con la pareja de forma abierta y honesta, teniendo en cuenta que, en una relación sana, será ella quien puede ayudarla en un primer instante. Recuerde: no se trata de juzgar, sino de comprender.
Es importante recordar que el deseo sexual no tiene una fórmula única y que las relaciones saludables se basan en la comunicación y el respeto mutuo. Si el comportamiento de su pareja le genera dudas, no dude en buscar ayuda especializada. Al final del día, comprender la raíz del problema podría fortalecer tanto su vínculo como el bienestar de ambos.