“Me senté en el borde de la ventana exterior de la sala de cuidados intensivos, observando sus últimos momentos”, dijo Al-Suwaiti.
Darlo todo por un adiós. El joven Jihad Al-Suwaiti vivió lo que nadie quiere experimentar. Por el nuevo coronavirus perdió a su madre en un hospital de Cisjordania. Tras varios días internada, la mezcla de las preexistencias de la paciente con los síntomas del COVID-19 terminaron por ponerle punto final a su vida.
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Sigue a Cromos en WhatsAppLa historia de Rasmi Suwaiti es el espejo de muchas. Su hijo se despidió escalando un par de pisos para llegar a la ventana. En medio de su dolor, el palestino manifestó al medio de comunicación Arabic Post que había intentado entrar en su habitación, pero las autoridades del centro médico no se lo permitieron. “Por eso trepé el muro y la observé desde detrás del cristal exterior hasta que respiró por última vez”.
Su relato fue documentado por el periodista Samer Khouira. Su mensaje en redes sociales llegó a Mohamad Safa, un representante de las Naciones Unidas que, conmovido por la historia, también la compartió en twitter.
The son of a Palestinian woman who was infected with COVID-19 climbed up to her hospital room to sit and see his mother every night until she passed away. pic.twitter.com/31wCCNYPbs
— Mohamad Safa (@mhdksafa) July 18, 2020
“El hijo de una mujer palestina infectada con COVID-19 subió a su habitación del hospital para sentarse a ver a su madre todas las noches hasta que falleció”, se lee en el trino.
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Un empleado del hospital informó al portal Mirror que el joven subía por la tubería del edificio para llegar a un lugar para ver a su madre. “Pasó la mayor parte de sus días allí, observando el estado de su madre desde la ventana”, dijo el funcionario.
73 años tenía Rasmi Suwaiti. La leucemia que padecía fue determinante para convertirse en una víctima más del virus que tiene al mundo en jaque.