¿A qué se debe la mortalidad por contaminación atmosférica?
Un estudio arrojó las principales razones por las que está siendo más aguda la mortalidad debido a la contaminación. Te contamos.
Por Redacción Cromos
30 de junio de 2023
La contaminación atmosférica es la principal causa medioambiental de muerte. Ahora, un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por Fundación “la Caixa”, ha estimado cuáles son las fuentes que más contribuyen a la mortalidad asociada a dos contaminantes del aire —PM2,5 y NO2— en 857 ciudades europeas.
Los resultados de esta investigación, que se han dado a conocer en la revista The Lancet Public Health, muestran una gran variabilidad entre las diferentes ciudades estudiadas, sugiriendo que, dado que cada una tiene sus particularidades y sus propias fuentes de contaminación del aire, las estrategias para mejorar la calidad del aire deberían ser adaptadas a cada contexto local.
Contaminación atmosféri: Contribuyentes a la mortalidad por PM2,5
Si se agrupan los datos de las 857 ciudades, las cifras muestran que la fuente que más contribuye a la mortalidad asociada a partículas PM2,5 son las emisiones generadas por las viviendas, con una contribución media de todas las ciudades del 22,7 %.
En segundo lugar, figura el sector apropecuario, al que se atribuye, de media, un 18 % de la mortalidad por PM2,5, seguido de la industria (13,8 %), el transporte (13,5 %), el sector energético (10 %), las fuentes naturales (8,8%) y el transporte marítimo (5,5 %).
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“Si observamos el conjunto de NO2 y PM2,5, el tráfico sigue siendo el sector con un mayor peso tanto en la mala calidad del aire como en la mortalidad asociada a esta. No obstante, si atendemos exclusivamente a la mortalidad asociada a partículas PM2,5, observamos una aportación significativa por parte del sector residencial y del sector agrario”, observa Sasha Khomenko, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.
“Aunque en nuestro estudio no hemos desglosado las fuentes específicas de las emisiones de cada sector, sí que sabemos gracias a la literatura científica que la mayor parte de las partículas generadas en el ámbito doméstico se deben fundamentalmente a la quema de biomasa y carbón para calefacción y, en menor medida, a sistemas basados en combustibles fósiles para generar calor y agua caliente y a las cocinas de gas”, explica Khomenko.
“Nos consta que el incremento en los precios de los combustibles fósiles y las políticas de mitigación del cambio climático han llevado a un aumento del uso de biocombustible. Sin embargo, el hecho de que se trate de productos de origen natural no significa que no sean nocivos para la salud”, añade.
“En lo que respecta a la agricultura, es sabido que la ganadería intensiva es una importante fuente de partículas que se generan sobre todo a partir del amoníaco presente en los purines de los animales y también a través del uso de determinados fertilizantes. Se trata de una fuente de contaminación que se dispersa desde su lugar de origen y se desplaza hacia las ciudades que se encuentran en la proximidad”, aclara la investigadora.
Las partículas PM 2,5 son el contaminante del aire con un mayor impacto negativo sobre la mortalidad en las ciudades europeas. El equipo científico recalca que se necesita más investigación para determinar cuáles de los componentes de las partículas PM 2,5 son más perjudiciales para la salud y, de esta manera, poder diseñar medidas de mitigación más precisas.
Con información de SINC